Es sabido que nunca los vencedores de una guerra fueron juzgados. Por eso la queja del General Benjamín Menéndez ante el tribunal que lo juzgó en Tucumán: "Ostentamos el dudoso honor de ser el primer país del mundo que juzga a sus soldados victoriosos", y también la del General Bussi: "Soy un perseguido por los derrotados de ayer en la guerra justa y necesaria".
Militares formados en la "Doctrina de la Seguridad Nacional", importada de Francia y EE.UU., sin duda fueron vencedores en su lucha contra el "marxismo internacional" y "la subversión apátrida", con las técnicas aprendidas a ese efecto en la Escuela de las Américas. Peones todos, militares y guerrilleros, en el tablero de ajedrez de una "guerra fría" cuyas piezas eran movidas desde el exterior, y que nos llevó directamente al gobierno militar surgido del golpe de Estado de 1976.
Durante ese gobierno, con el pretexto de la lucha contra la subversión, Martínez de Hoz pudo imponer su plan de destrucción de la industria nacional y la sujección del país a una deuda externa impagable.
No fue Videla el que puso a Martínez de Hoz, sino que fueron los sectores que Martínez de Hoz representaba los que designaron a Videla.
Derrotada la subversión, sometido económicamente el país, los militares ya no eran necesarios, y fueron sus antiguos protectores -Inglaterra y EE.UU.- los que, Guerra de Malvinas mediante, se los sacaron de encima, aunque nos quisieran hacer creer que era "un triunfo de la democracia".
Cuando el General Bussi dice que es "un perseguido de los derrotados de ayer", o cuando los que se oponen a la hipócrita política de "derechos humanos" del gobierno acusan a éste de montonero o de estar al servicio del marxismo internacional, demuestran que no tienen idea de quien es el enemigo que los está atacando.
Para enterarse les bastaría ver como -entre otros- la Fundación Ford (1), Soros (2), y la Embajada Británica ayudan al CELS (3) de Verbitsky, o leer, en la carta de Bush a Héctor Timerman agradeciéndole por el libro de su padre Prisionero sin número, celda sin nombre:
Entonces ¿quiénes fueron los derrotados?
No sólo los 8.000 (ó 30.000, según el gusto de cada uno), muertos / desaparecidos que creían estar luchando por un mundo mejor o por "la Patria Socialista", también los militares que fueron enviados a combatir la subversión y hoy son juzgados con la complicidad de sus aliados de ayer, que encontraron así una manera de destruir las Fuerzas Armadas y dejar a nuestro país en un estado de total indefensión, y por sobre todo, la mayoría del pueblo argentino, que con la "democracia" tiene que pagar los platos rotos del modelo implementado en esa época.
Los vencedores son los beneficiarios de ese modelo, cuyos intereses no han sido tocados ni por la "derecha neoliberal", o la "izquierda proresista". Derechas e izquierdas de la DEMOCRACIA LIQUIDA que es hoy la cobertura política del Imperialismo Internacional del Dinero.
(1) La ayuda de la Fundación Ford al CELS
(2) Open Society Institute (Soros)
(3) quienes apoyan al CELS
(4) La Nación. 10/4/2008
Militares formados en la "Doctrina de la Seguridad Nacional", importada de Francia y EE.UU., sin duda fueron vencedores en su lucha contra el "marxismo internacional" y "la subversión apátrida", con las técnicas aprendidas a ese efecto en la Escuela de las Américas. Peones todos, militares y guerrilleros, en el tablero de ajedrez de una "guerra fría" cuyas piezas eran movidas desde el exterior, y que nos llevó directamente al gobierno militar surgido del golpe de Estado de 1976.
Durante ese gobierno, con el pretexto de la lucha contra la subversión, Martínez de Hoz pudo imponer su plan de destrucción de la industria nacional y la sujección del país a una deuda externa impagable.
No fue Videla el que puso a Martínez de Hoz, sino que fueron los sectores que Martínez de Hoz representaba los que designaron a Videla.
Derrotada la subversión, sometido económicamente el país, los militares ya no eran necesarios, y fueron sus antiguos protectores -Inglaterra y EE.UU.- los que, Guerra de Malvinas mediante, se los sacaron de encima, aunque nos quisieran hacer creer que era "un triunfo de la democracia".
Cuando el General Bussi dice que es "un perseguido de los derrotados de ayer", o cuando los que se oponen a la hipócrita política de "derechos humanos" del gobierno acusan a éste de montonero o de estar al servicio del marxismo internacional, demuestran que no tienen idea de quien es el enemigo que los está atacando.
Para enterarse les bastaría ver como -entre otros- la Fundación Ford (1), Soros (2), y la Embajada Británica ayudan al CELS (3) de Verbitsky, o leer, en la carta de Bush a Héctor Timerman agradeciéndole por el libro de su padre Prisionero sin número, celda sin nombre:
"Elogio al gobierno por los pasos que está ahora tomando para juzgar a numerosos oficiales que fueron previamente perdonados por abusos a derechos humanos" (4)
Entonces ¿quiénes fueron los derrotados?
No sólo los 8.000 (ó 30.000, según el gusto de cada uno), muertos / desaparecidos que creían estar luchando por un mundo mejor o por "la Patria Socialista", también los militares que fueron enviados a combatir la subversión y hoy son juzgados con la complicidad de sus aliados de ayer, que encontraron así una manera de destruir las Fuerzas Armadas y dejar a nuestro país en un estado de total indefensión, y por sobre todo, la mayoría del pueblo argentino, que con la "democracia" tiene que pagar los platos rotos del modelo implementado en esa época.
Los vencedores son los beneficiarios de ese modelo, cuyos intereses no han sido tocados ni por la "derecha neoliberal", o la "izquierda proresista". Derechas e izquierdas de la DEMOCRACIA LIQUIDA que es hoy la cobertura política del Imperialismo Internacional del Dinero.
(1) La ayuda de la Fundación Ford al CELS
(2) Open Society Institute (Soros)
(3) quienes apoyan al CELS
(4) La Nación. 10/4/2008
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