2 de septiembre de 2024

UCRANIA SIN UCRANIANOS

"El proyecto “Superpotencia Agraria” no necesita instalaciones de producción, ni fábricas, ni centrales nucleares, centrales térmicas, centrales hidroeléctricas... y no necesita personas ni ciudades."


Ígor Ortsev

27/8/2024

Después del masivo ataque ruso de ayer contra Ucrania, nuevamente comenzaron a gritar sobre la necesidad de infligir daño a Rusia en sus profundidades con armas extranjeras de largo alcance.

Los estadounidenses volvieron a decir que no. En resumen, un juego de “mantenme siete”. Las crestas lo habrían arruinado sin preguntarle a nadie, pero está claro que esta técnica, en general, no está en manos de Taras y Mykola. Pero para los estadounidenses, simplemente no es rentable transferir operaciones militares al territorio ruso. Nada personal, sólo negocios. Esos famosos inversores estadounidenses que se arriesgaron a invertir en Ucrania no están creando nada allí, sólo compraron tierras. El proyecto “Superpotencia Agraria” no necesita instalaciones de producción, ni fábricas, ni centrales nucleares, centrales térmicas, centrales hidroeléctricas... y no necesita personas ni ciudades.

Hoy en día, las actividades agrícolas exitosas requieren un mínimo de personal junto con un máximo de máquinas inteligentes y una logística confiable para las ventas. Las tierras fértiles y sin población son las condiciones ideales. Por lo tanto, cuanto más resista la banda de drogadictos de Kiev las condiciones del mundo, reduciendo rápidamente la población y la industria, más cerca estará la implementación del proyecto de "Superpotencia Agraria". Proyecto americano “Ucrania – una superpotencia agrícola”.

En el que el único que todavía tendrá un lugar es ese mismo gobierno títere, que ahora lucha por su lugar bajo el sol, destruyendo todo a su alrededor. No una república “bananera”, sino una república de “cereales”.

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Fuente: t.me/golosmordora/40403

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22 de agosto de 2024

Protocolo para todos.

 

"...Detengámonos un momento en este concepto. El "protocolo" es algo que impera en clubes, sociedades de fomento, asociaciones civiles, universidades, escuelas privadas o públicas, empresas, medios de comunicación; en cualquier ámbito en que haya interacción de ambos sexos habrá un "protocolo" que a priori condenará al varón solo por el hecho de serlo..."


Carlos Balmaceda *

22-8-2024


Lourdes Arrieta denunció a un compañero de bancada por "violencia de género", cumpliendo así un episodio más de la banalización del término, que alcanzó su cenit con Fabiola Yáñez, que, invitada a denunciar a su ex marido, rehusó un domingo y aceptó al día siguiente hacerlo, para luego filtrar videos y chats y después revelar que había perdido su celular. 


Cualquiera de ustedes que tenga un amigo, hermano, padre o tío varón heterosexual podrá averiguar qué está pasando en los ámbitos de trabajo, donde, frente a cualquier conato de conflicto, el hombre es acusado de "violencia de género", lo que puede derivar, sin pruebas, sin averiguaciones, sin denuncia judicial formal, en su despido, o, por lo menos, en su ostracismo. 


C.V., a quien no puedo nombrar porque ha pasado a ser un fantasma en la Facultad de Humanidades de La Plata, y así quiere continuar, no puede pasar por determinados pasillos de esa casa de estudios, y quedó recluido a tareas ajenas a la docencia. La denuncia es, como suele ocurrir, ridícula, falsa y sin sustento, pero poco importa si la frase mágica "violencia de género" la presidió. 


Para A.C. las consecuencias de un acto igualmente ruin, fueron más crudas. La intervención de fuerzas de la izquierda y La Cámpora terminó operando con aprietes contra su mujer e hijos. A.C. no quiere hablar precisamente por estas circunstancias. 


Más de uno de ustedes que lee esto supondrá que ambos casos son aislados y están encapsulados en una misma facultad. No es así. La metodología se extiende a todas las universidades, y es por eso que clamo en el desierto que hay que salvar a las casas de estudio de sí mismas. 


La causa y la forma de castigo que produce y consiente estas tropelías es el "protocolo" de cada universidad. 


Detengámonos un momento en este concepto. El "protocolo" es algo que impera en clubes, sociedades de fomento, asociaciones civiles, universidades, escuelas privadas o públicas, empresas, medios de comunicación; en cualquier ámbito en que haya interacción de ambos sexos habrá un "protocolo" que a priori condenará al varón solo por el hecho de serlo. 


El "protocolo" ha naturalizado y ocultado la idea de que se trata de un instrumento paralegal, que está por arriba y a veces en contra de la Constitución, Lo que dicen referentes de LLA respecto de esta cuestión, es cierto: nuestra Carta Magna nos asegura la igualdad ante la ley, y estos "protocolos" la impugnan. Sí, Milei tiene razón porque en este caso dice la verdad, y la diga Agamenón o su porquero, es la verdad. 


Días atrás el presidente Milei lo mencionó precisamente en estos términos: "perseguir al varón solo por ser varón" es una realidad transparente desde hace una década, pero no hay dentro del peronismo y mucho menos de la izquierda, una admisión de este estado de cosas. Esto no solo los debilita, sino que los aísla de una gran masa de la población que registra, a veces intuitivamente, a veces porque lo sufre, esta realidad. 


El "protocolo" fue mencionado la semana que pasó en el programa "Duro de domar", cuando en una virtual apretada, Carla Czudnowsky y Cinthya García le preguntaron y de inmediato le exigieron a Guillermo Moreno que su agrupación tuviera un "protocolo". 

Para que el embuste funcione, la "violencia de género" tiene que fungir como una palabra mágica que resuelve internas, reparte castigos y pone al "machirulo" en su lugar. 


El "protocolo" sirve entonces como pase de factura, y, en el ámbito de la política, como un arma arrojadiza. Fue un "protocolo" el que empujó a Emanuel Gómez al suicidio, posiblemente haya sido también un "protocolo" el que terminó con la vida de Carlos Lamas, ambos militantes de "La Cámpora" en Almirante Brown y Tres Arroyos, respectivamente. Otro "protcolo" apartó a Rudy Astudilla de la UADER de Entre Ríos, lo que lo derrumbó físicamente, lo llevó a contraer cáncer y abandonarse a la enfermedad en un suicidio indirecto. 


La promoción del término desde los medios de comunicación y el estado fue masiva durante el último gobierno, que era básicamente "transfeminista", lo que lo impuso en la sociedad como un dispositivo disciplinario. Hoy ya no importa qué tan sonsa o mentirosa pueda ser una acusación contra un varón, porque el objetivo será conseguido más allá del ridículo y la arbitrariedad. 


Por otra parte, el dispositivo ha imbecilizado y envilecido a muchas mujeres, que bien pueden haber tenido previamente estas características pero que a partir de este "permiso" dan rienda suelta a sus acusaciones. 


Los casos de Arrieta y Yañez son similares en su desmesura. Como ya dije por aquí, estoy convencido de que Alberto Fernández cometió todas las infidelidades torpes y exhibicionistas que se le endilgan, pero dudo mucho de la "violencia de género" ejercida contra su ex mujer, que usó este método para extorsionarlo, favorecer una operación política en sintonía con sus servicios (no olvidar que surgió de una agencia de escorts que colocaba agentes en distintos ámbitos del poder) y finalmente sacar una tajada contante y sonante.

 

Lo de Arrieta es un tema muy menor, en medio de un conflicto de por sí rocambolesco, pero el expediente de la "violencia de género" funciona del mismo modo. 

Que Czudnowsky y García apretaran a Moreno en vivo debería darles una idea de la necesidad de imponer el "protocolo", considerando, de por sí, que cualquier ámbito es peligroso para una mujer una vez que interactúa con varones heterosexuales. 


Esto no es novedad para el que escribe. Marta Dillon alguna vez afirmó que "La principal causa de muerte en mujeres menores de 44 años es la violencia doméstica, entonces entendemos que casarse es un riesgo".


La demonización terminó con diez mil de nosotros en las cárceles argentinas, medio centenar de suicidados y cientos de docentes de nivel inicial condenados entre otras tantas desgracias, pero también terminó, al banalizarlo, con el concepto real de "violencia de género" que sufren, de verdad, miles de mujeres.

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* Fuente: Facebook: https://www.facebook.com/arturo.vandelay.716

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20 de junio de 2024

La conferencia de "paz", preparando la guerra.

 Christian Cirilli

20-6-2024


Finalizada la «Cumbre por la Paz en Ucrania» con recuento de voluntades poco claras - ahora resulta que Irak y Jordania fueron incorrectamente incorporadas en el conteo final, el cual, dicho sea de paso, no tuvo firmas - la dirigencia rusa tomó debida nota de la inflexibilidad occidental, fundamentalmente de los vasallos europeos, que al parecer, creen tener una oportunidad para «sentarse en la silla del gerente».

Esas élites atlantistas también sufren el «reloj biológico» de un sentir popular que se constituye en los sedimentos de la preocupación, y que empieza a traspasar las murallas de la ignorancia, el adoctrinamiento de la propaganda y la comodidad de la noticia pre-masticada.

Podemos discutir si las formas son adecuadas, productivas o en definitiva, si serán males mayores, no lo sabemos aún, pero lo que es innegable es que está ocurriendo una reacción social, una mirada más intrínseca y menos comunitaria, y eso implica una Europa que empieza a salir de su hibernación.

Los medios de comunicación dominantes lo llamarán «auge de las ultraderechas», para inspirar miedo, y así retornar a las aguas calmas del statu-quo. Pero para otros son «despabilamientos» a la «doble moral» de la Unión Europea, con su progresismo bienpensante, su belicismo ocultador de perdidas glorias imperiales, y su reverencia a la Dominatrix americana.

Es tan clara la hipocresía, que muchos gobiernos socialdemócratas se aterrorizan del «nazismo» en sus países, pero financian, arman y aplauden a rabiar al nazismo (sin entrecomillados) en Ucrania.

La cuestión está planteada: las potencias europeas que alguna vez fueron centrales en la confección del Siglo XIX y principios del XX (Francia, Alemania, Reino Unido, y como furgón de cola, Italia) están decididas a retomar su protagonismo, y lo harán con la venia estadounidense, que pretende escalar en territorio asiático, donde realmente se juega su hegemonismo.

Todo parece indicar que el movimiento será de pinzas: por un lado, la UE avanza inexorablemente hacia la confiscación de los activos congelados de Rusia en bancos occidentales, tal como propuso e incentivó Washington. La diferencia es que de los aproximadamente 300.000 millones de dólares, unos 210.000 se encuentran en instituciones europeas. Esto representa una verdadera declaración de guerra.  

Moscú advierte certeramente que esos fondos en realidad son para solventar los inconmensurables gastos en los que Washington está incurriendo por su guerra subsidiaria. Todo finalmente va a las arcas de Lockheed-Martin... y los europeos se llevan los laureles. 

Para muestra basta un botón: en la reciente reunión del G7 y ante el usurpador de la presidencia ucraniana, de mandato cumplido, Volodimir Zelenski, se le brindaron unos 50.000 millones de dólares que son nada más y nada menos que la rentabilidad obtenida de las disponibilidades rusas inmovilizadas. Esto 𝒚𝒂 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒓𝒐𝒃𝒐 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒅𝒂𝒍𝒐𝒔𝒐 e implica un paso previo de lo que vendrá.

Es verdad que Rusia 𝒏𝒐 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒂𝒔 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒓𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒆𝒙𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓 y aún así este año crecerá un porcentaje del orden del 3% de su PIB, todo ello, por si fuera poco, estando bajo las «sanciones infernales» de Occidente y con un peligroso gasto en Defensa que ya llega al 6,7% de su PIB, lo que se dice, «niveles soviéticos».

Es realmente sorprendente lo que ha logrado el Kremlin por ahora en cuanto a gobernabilidad, capacidad de resistencia, logros económicos y organización de sus abastecimientos y mercado interno. Yo lo adjudico fundamentalmente al «baño antiparasitario» que se regaló la sociedad rusa al liberarse de quintacolumnistas, agoreros y traidores, así como los pronosticadores del fracaso o los cantores a las famas extranjeras. 

Es verdad, ello siempre va de la mano de ciertos giros despóticos, pero nada diferente a lo que pasa en Occidente y sus sacrosantas democracias liberales, que no temen ejercer censura, alineamiento ideológico y llegado el caso, también represión.

Esta medida del G7, me refiero al impúdico 𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒑𝒊𝒓𝒂𝒕𝒆𝒓𝒊́𝒂, estoy seguro que no quedará impune. Pero no será una corte internacional quien lo resuelva, porque el «orden basado en reglas» justamente reniega de toda ley, sino que el rebote punitivo vendrá de la pérdida de confianza en el sistema, el pilar fundamental de las finanzas internacionales. Hoy es Rusia, ¿mañana quién? ¿Quién será el paria tildado como una amenaza fundamental contra la civilización llegado el caso?

El segundo movimiento de pinzas es, obviamente, el militar.

Rusia dio muestras de NO estar interesada en una escalada y desea sentarse a negociar. Obviamente, con las ventajas obtenidas en el terreno, la negociación debe cumplir mínimamente sus intereses. Putin lo puso una vez más en blanco sobre negro: Rusia cesaría inmediatamente las hostilidades si Ucrania retira sus tropas más allá de las 'fronteras administrativas' del Donbás, Zaporozhie y Jersón, se desmilitariza y reniega de una adhesión a la OTAN. Punto.

Básicamente son las mismas condiciones que hubo en el principio de acuerdo de Estambul alcanzado el ¡30 de marzo de 2022!

Es importante lo de las 'fronteras administrativas' porque implica que Rusia pretende un territorio que aún no posee del todo. Rusia renunciaría a Odesa y a tomar toda la costa del mar Negro (algo que muchos analistas han considerado como objetivo) y oblast como Járkov o Dnipropetrovsk o incluso, Chernígov, al noreste, pero de ninguna manera renunciaría a lo anexionado dado que allí ya tiene un compromiso constitucional, población étnicamente rusa mayoritaria y, lo más importante, sería un reaseguro para el control de Crimea y una plataforma de ataque en caso de renovadas oleadas occidentales futuras.

Estas condiciones de Rusia para acabar con la guerra, sin embargo, son vistas por Europa (y Estados Unidos tras bambalinas) como un inaceptable ultimátum.

Y este es el 𝑞𝑢𝑖𝑑 𝑜𝑓 𝑡ℎ𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑠𝑡𝑖𝑜𝑛: Rusia no puede perder la guerra porque significaría la desaparición del Estado-nación. Pero la OTAN no puede perder la guerra porque significaría la destrucción del encorsetamiento estadounidense de Europa y su pérdida de influencia internacional definitiva.


A sabiendas de la preparación de un escenario catastrófico, Rusia anticipó algunas «medidas asimétricas»: la primera de ellas fue el despliegue de una flotilla en el Mar del Caribe, reviviendo los tensos días de la Crisis de los Misiles de 1962. Ojo, no estoy exagerando, nadie sabe si algunos de los proyectiles portados por la fragata #417 𝐴𝑑𝑚𝑖𝑟𝑎𝑙 𝐺𝑜𝑟𝑠ℎ𝑘𝑜𝑣 y/o el submarino nuclear 𝐾-561 𝐾𝑎𝑧𝑎𝑛 tienen ojivas nucleares. 

Paralelamente, Putin hizo una visita «sorpresa» al país más misterioso, hermético, controlado y demonizado del planeta Tierra: Corea del Norte, ni más ni menos que una dictadura/«realeza» pseudo-comunista dotada de armas nucleares y un ejército quizás más numeroso que la misma fuerza laboral.



Allí partió entonces Putin, a firmar un «acuerdo de asociación estratégica» que implicaría el desarrollo de mecanismos alternativos de comercio no controlados por Occidente y la resistencia conjunta a las restricciones unilaterales ilegítimas... o sea, algo que ya se está haciendo desde hace al menos 2 años.

El mensaje que advierto es que Rusia sabe/sospecha que Estados Unidos utilizará próximamente sus bloques militares para intensificar la tensión en Indo-Pacífico y asfixiar el tándem sinorruso; todo ello, mientras Europa comanda su «Barbarroja 2.0» contra Rusia, posiblemente, en varios puntos de fricción, como el Golfo de Finlandia, la zona del Mar Blanco, la brecha de Suwalki, Transnistria e intenta subvertir nuevamente Georgia para enloquecer el Cáucaso. 

Y cuando hablo de bloques militares me refiero a:

1] AUKUS, entre Reino Unido, Australia y Estados Unidos.

2] Acuerdo de Acceso Recíproco, entre Japón y Australia.

3] Five Eyes, Anglosfera completa, incluyendo Canadá y Nueva Zelandia.

4] Parto Tripartito de Coordinación, entre Japón, Surcorea y Estados Unidos.

5] Pacto de Disuasión Colectiva, entre Filipinas, Japón y Estados Unidos. 

6] Pacto Cuadrilateral o QUAD, entre Estados Unidos, India, Japón y Australia.

Excepto Five Eyes, todos estos bloques se crearon en los últimos ¡5 años!

Lo antedicho, más el compromiso inalienable de sostener Taiwán a toda costa - al que se le promueve su independencia desde Washington - y el evidente compromiso anti-chino de Malasia, Singapur y probablemente, Indonesia.

La visita de Putin podría bien ser un farol, pero en situaciones traumáticas como las que se avecinan no creo que los rusos estén actuando en vano. Más bien están poniendo las cosas meridianas: podría estar acercándose rápidamente un conflicto en Extremo y Centro Oriente, mientras se alborota el este europeo, y es preciso verificar las tomas de posición. Norcorea no tiene problemas con eso, pues su régimen siempre tuvo definidas las posturas. Myanmar (ex Birmania) también está decididamente alineado. La incógnita es Vietnam, donde Putin también realizará una visita, y algunas naciones como Tailandia - cada vez más cercana a China - Laos y Camboya.

Atrayendo a Corea del Norte, que tiene el suficiente material nuclear para atomizar Japón y Surcorea, en el primer círculo del defensa estratégica, Rusia-China se guardan una carta más. 

También puede esperarse un progresivo abroquelamiento de los «stanes» (China ya ha lanzado un grito de «Asia para los asiáticos»), que acaban de firmar ¡luego de 20 años de discusiones y barreras occidentales! el inicio de obra del estratégico ferrocarril CKU en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y que se ramificará por primera vez hasta Afganistán.

A no engañarse: la (tácita) alianza de defensa nuclear con Corea del Norte es también una respuesta a los movimientos estadounidenses en Surcorea: nadie duda que en las bases aéreas de la USAF en Osan y Gunsan hay bombas nucleares tácticas (con mayor poder que las lanzadas en Hiroshima y Nagasaki, aclaro), o que en Kadena (Japón) también están almacenadas. Estas bases están a relativamente pocos kilómetros de las megaciudades chinas de Shanghái, Qingdao, Ningbo y Nankín. No muy lejos se encuentra Beijing. Mientras, en Misawa, la USAF se despliega como una sombra ominosa sobre la base naval rusa de Vladivostok. Y no estoy considerando la isla de Guam, base habitual de los bombarderos B-2 y B-52, desde donde se domina todo el Mar de Filipinas, donde Japón quedó literalmente sin capacidad aeronaval durante la Segunda Guerra Mundial en 1944.

Así las cosas, las fichas del TEG se mueven raudamente en el planisferio.

Rusia teme verse en la encrucijada del «doble frente» de tener que responder en el escenario europeo y, a la vez, en el Pacífico Norte, con la ambición japonesa de recobrar las Kuriles o incluso desembarcar en Sajalín (donde hay enormes recursos petrolíferos). Sería un escenario de pesadilla que desbordaría todos los recursos disponibles y no dejaría más remedio que dar paso al armamento nuclear. Hoy las amenazas de unos se han convertido en paranoia del otro... ¡y se retroalimentan!

El alerta nuclear de los rusos no puede ni debe subestimarse: bajo la falsa argucia de los drones ucranianos, la OTAN organizó un golpe contra un radar estratégico encargado de vigilar los misiles nucleares del enemigo (en Krasnodar, el Voronezh-DM) y mucho antes también abatió un avión AWACS A-50 con misiles de largo alcance Patriot. Esto implica un progresivo desmantelamiento de las capacidades de detección, lo que a la postre, podría implicar la posibilidad de un letal primer golpe nuclear sobre la cadena de mando, comunicaciones y control, que dejaría sin respuesta a los misiles estratégicos rusos. Esta es una alternativa de ataque que está vivita y coleando en la doctrina estadounidense. 

Y es por ello que Rusia se ejercita con armas nucleares tácticas (incluso en Bielorrusia), que son más independientes de un mando central (no hay «maletín nuclear» para ellas), despliega flotillas cerca del enemigo o visita a sus aliados para pactos de defensa, a estas horas, ya indisimulados.

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Fuente: Facebook de Christian Cirilli

https://www.facebook.com/profile.php?id=100010670267123

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9 de junio de 2024

Jázaros contra Eslavos (Ucrania, Rusia)

"...En primer lugar, dividiremos a las naciones eslavas en países pequeños con conexiones débiles y cortadas. Para ello, utilizaremos nuestro antiguo método: Divide y vencerás..."


Rabino Menachem Mendel Schneerson 


“Los eslavos, y entre ellos los rusos, son el pueblo más inflexible del mundo. Los eslavos son inflexibles debido a sus habilidades psicológicas e intelectuales, creadas por muchas generaciones de antepasados.


Es imposible alterar estos genes. Los eslavos y los rusos pueden ser destruidos, pero nunca conquistados. Por eso esta semilla está sujeta a liquidación y, en un principio, a una fuerte reducción de su número.


En primer lugar, dividiremos a las naciones eslavas en países pequeños con conexiones débiles y cortadas. Para ello, utilizaremos nuestro antiguo método: Divide y vencerás.


Intentaremos enfrentar a estos países entre sí y arrastrarlos a guerras civiles en aras de la destrucción mutua.


Los ucranianos pensarían que están luchando contra la Rusia expansionista y luchando por su independencia. Pensarán que finalmente han obtenido su libertad, mientras que nosotros los dominamos por completo.


Lo mismo pensarán los rusos, como si defendieran sus intereses nacionales para devolverles sus tierras, que les fueron arrebatadas “ilegalmente”, etc.


Mirando hacia atrás en la historia, hay que admitir que estas tierras son las antiguas tierras ancestrales de la Khazaria judía, es decir, Israel, capturadas por la Rus de Kiev (el antiguo estado de Rusia con capital en Kiev) en el siglo X.


Los eslavos son huéspedes temporales en estas tierras y están sujetos a desalojo. Devolveremos este territorio y construiremos la Gran Khazaria –el Estado judío– en estas tierras fértiles de la misma manera que, hace 50 años, creamos Israel, expulsando a los palestinos. Los israelíes se trasladarán parcialmente aquí y llevaremos el ganado eslavo hacia el norte, más allá de Moscú.


Habrá un pequeño Territorio del Norte, una reserva con una población compacta, una reserva como las reservas indias en América...".


Rabino Menachem Mendel Schneerson *, 1994.

Fuente:  (https://t.me/wofnon)

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Ver más.

"Aunque existe controversia sobre su autenticidad, es un hecho indiscutible que casi todos los objetivos, establecidos por Schneerson, ya se han logrado. Tras su publicación, el tribunal no pudo procesar a su editor, V. F. Popov, bajo cargos falsos en virtud del artículo 282, (incitación al odio nacional) mientras operaba sobre los hechos, y varios científicos rusos defendieron su autenticidad, incluido el académico Y. K. Begunov y el doctor en derecho O.G. Korotayev."

https://es.metapedia.org/wiki/Menachem_Mendel_Schneerson

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* Quien fue el Rabino Menachem Mendel Schneerson:

https://www.pagina12.com.ar/688450-quien-fue-menachem-mendel-schneerson-el-rabino-cuya-tumba-vi

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25 de abril de 2024

La (nueva) Revolución Rusa

 "Pero ahora esta revolución no tiene dogmas, ni métodos infalibles, ni Komintern, ni siquiera la más leve cohesión ideológica, salvo la profunda repulsión que a todos nos causaba el liberalismo globalista."


La revolución rusa

Algo se mueve en Rusia que pone en peligro casi trescientos años de dominio del capitalismo financiero y colonial anglosajón.

Los expertos inciden una y otra vez en que Rusia está aislada, lo cual, de ser cierto, no sería la primera vez que ocurre en su historia; pero, vista la realidad de cerca, ese robinsoniano aislamiento ruso es muy peculiar porque su ostracismo lo alivian China y Corea del Norte; Irán y Siria; India, Sudáfrica y Brasil; Níger, Burkina Faso y Malí; Serbia y Bielorrusia; Cuba, Venezuela y Nicaragua; Libia, Yemen y Argelia; por no hablar de sus socios menos comprometidos, como Arabia Saudí, Egipto, la voluble Turquía, Indonesia o Kazajstán; y seguro que me dejo a bastantes más en el tintero. La inteligente política de Biden y sus mariachis europeos ha conseguido formar un bloque entre Moscú y Pekín que ha servido de polo de atracción a todas las naciones que quieren librarse del dogal anglosajón. Parece mentira que los jerarcas liberales hayan olvidado la inteligente política de Kissinger de enfrentar a las dos potencias decisivas del Heartland euroasiático, el abc de la estrategia y de la diplomacia. ¿Eso no entra en los manuales de la Geopolítica de género, resiliente, matriarcal y animalista?

En mi última estancia en el “aislado” Moscú tuve la suerte de hablar con gente venida de todos los rincones del ancho mundo, desde Tanzania a El Salvador pasando por Indonesia. Especialmente me interesó la opinión de mis colegas africanos, protagonistas de uno de los cambios geopolíticos más importantes de la última década: la desaparición de la influencia francesa en el Sahel, que se produjo cuando París agotó la paciencia de los militares de esos Estados, que comprobaron que la amenaza islamista de la que París venía a protegerlos estaba financiada por su presunto protector, quien aprovechaba la ocasión para llevarse a precio de almoneda el uranio de la zona. La sucesión de revoluciones africanas de los últimos años no fue buscada por el Kremlin; Rusia vino al Sahel llamada por los Estados que necesitaban protegerse tanto de Francia como de las diversas organizaciones islamistas conchabadas con París y Qatar. Centroáfrica, Malí, Burkina Faso, Niger, y ahora Togo y Senegal, han “redimensionado” a Francia en la posición que le corresponde: potencia mundial de segundo orden y colonia de los anglosajones, esos fieles aliados que no movieron un dedo en ayuda de Macron, artífice del ocaso francés en el Sahel. La bandera rusa en África es un signo de liberación de esa OTAN que destruyó el Estado libio y que sólo ha traído inestabilidad a la región. Además, Rusia y China tratan a los países africanos como socios e iguales: ofrecen obras y proyectos en lugar de créditos y “ayudas” financieras. Si, por ejemplo, Pekín necesita el cobalto de un país africano, le ofrece a cambio infraestructuras, bienes de consumo o lo que necesite. Todo ello empleando el menor número posible de dólares, el principal instrumento colonial de nuestra era. De ahí la enorme simpatía de todos los africanos que traté por Rusia y China. Ellos, que fueron colonizados, saben lo que está en juego. Y lo tienen muy claro: ahora es Europa el espacio colonial y colonizado.

Una sensación común para muchos de los que hemos pasado este tiempo en Rusia es que existía un cierto paralelismo entre nosotros y los revolucionarios de todo el mundo que acudían a Moscú para ver cómo evolucionaba la revolución soviética. Algo nuevo se gestaba en Moscú y debía ser conocido. Pero ahora esta revolución no tiene dogmas, ni métodos infalibles, ni Komintern, ni siquiera la más leve cohesión ideológica, salvo la profunda repulsión que a todos nos causaba el liberalismo globalista. Sin doctrina ni propaganda, este profundo movimiento histórico ni siquiera es consciente de su carácter revolucionario, posiblemente porque se trata de un cambio radical y definitivo que no obedece a un movimiento político atiborrado de ideología, sino a una reacción de los pueblos y los Estados dignos de ese nombre frente a las élites globales, frente a la apropiación de la soberanía por los grandes consorcios. Es la negativa de la parte más consciente del planeta a convertirse en un agregado de unidades de producción y consumo sin Dios, familia, ni patria; el rechazo a degradar a las naciones en una horda que se embrutece y animaliza con falsos derechos mientras pierde poder social, económico y político a manos de las plutocracias.

Algo se mueve en Rusia que pone en peligro casi trescientos años de dominio del capitalismo financiero y colonial anglosajón. En el mundo empieza una revolución que ni Marx ni Lenin habían imaginado. Una colosal lucha por el poder mundial entre las oligarquías globales y los Estados soberanos.

Fuente:  elmanifiesto.com


11 de abril de 2024

Cuando Lanata deschavaba a Nisman

Hace unos días Milei anunció que quiere involucrar a la Argentina en la guerra en Ucrania de USA y sus satélites de la OTAN contra Rusia.  Ahora, el poder judicial nos incluye en la guerra de Israel contra Irán, operación que empezó el mismo día del atentado. Ya el segundo día llegaron "especialistas" israelíes, y el quinto ya"sabían" que el responsable fue el gobierno de Irán.

Para probar eso, trabajó denodadamente el fiscal Nisman, personaje bancado por el sionismo (especialmente el magnate Sheldon Adelson, que entre 2010 y 2014 le habría girado 280 mil dólares en concepto de "conferencias").

Ya en 2006 Jorge Lanata advertía que esos decenas de miles de fojas no contenían ninguna prueba.

Lanata, con sus nuevos patrones, ya "ha olvidado" aquella nota, pero se puede rescatar de la prodigiosa memoria de Internet.


...Esa es toda la prueba que las ochocientas (y una) páginas de Nisman ratificadas por Canicoba tienen contra Irán. El resto –como gran parte de esto– son informaciones de inteligencia, informes entregados por SIDE, CIA y Mossad que no figuran como tales en el expediente sino como información propia de la supuesta investigación argentina..."

La nota:

Tócala de nuevo, Nisman 

(Perfil, 19-11-2006)

La causa AMIA suma hoy 113.600 fojas. Son 568 expedientes de doscientas fojas cada uno, a los que deben sumarse 400 legajos de “Investigación”, 1.000 paquetes de siete a ocho legajos, cada uno con intervenciones telefónicas, y 1.500 carpetas con información de la SIDE. En esas 113.600 fojas, 568 expedientes, 400 legajos, 1.000 paquetes y 1.500 carpetas no hay nada. Si nos dedicáramos a hacer un tótem judicial con esa cantidad absurda de papel, podríamos llenar varios cuartos en una casa. Varios cuartos llenos de nada.

En verdad, y para ser exactos, no se trata de Nada Absoluta: hay operaciones de los servicios e inteligencia, de la Policía, de gobiernos extranjeros, estupidez de jueces y fiscales, corrupción, gestos miserables y después nada. La misma nada presente en las ochocientas y una páginas del dictamen del fiscal Nisman, nada ratificada por el juez federal Canicoba Corral.

Pero la Nada, como nos enseñó Michael Ende en La historia interminable, no es neutral. En la pelea de Bastian y Atreyu la Nada es una especie de representación de todos los pensamientos oscuros del hombre, que destruyen su deseo de soñar. “Todos los personajes de Fantasía que caen dentro de la Nada se convierten en mentiras al pasar al mundo real”, escribe Ende. La negra y viscosa Nada de la AMIA sepulta en la injusticia y el olvido la muerte de ochenta y cinco personas.
El fiscal Alberto Nisman tiene serios problemas de memoria; hace algunos días volvió a repetir lo mismo que el año pasado: anunció avances en la investigación presentando sólo información vieja. El año pasado lo hizo con el espectacular descubrimiento del conductor suicida Ibrahim Berro, quien luego se convirtió en radicheta. Este año repitió su modus operandi solicitando la captura de ocho iraníes por los que él mismo había pedido en 2003, y sin aportar un solo nuevo dato. El 21 de febrero de 2003 el fiscal detective Nisman solicitó junto al ahora ex fiscal José Barbaccia al destituido juez Juan José Galeano la captura de 22 iraníes basándose en información aportada a la causa por el espía Jaime Stiusso. Vale la pena recordar que Barbaccia renunció luego de haber sido apartado de la causa en la que se le reprochan, entre varias irregularidades, el haber practicado filmaciones ilegales en la fiscalía a su cargo, haber filtrado información a la prensa en su viaje a Alemania en diciembre de 2003, cuando recibió la declaración del Testigo “C”, Abolga-shem Mesbahi, disidente del régimen iraní, tergiversando el contenido de su declaración, y haber sido expulsado de la audiencia por el juez alemán, circunstancia que originó una cuestión diplomática que no registra antecedentes en las relaciones exteriores de nuestro país. Hoy Barbaccia apeló su procesamiento dictado por el juez Lijo por haberle ofrecido al mecánico Claudio Cotoras la suma de 100.000 dólares a cambio de imputar a Carlos Telleldín y a Juan José Ribelli en el atentado y por el delito de falso testimonio agravado, ya que afirmó, bajo juramento, desconocer el pago de 400.000 dólares efectuados a Carlos Telleldín.

Nisman debería mejorar su círculo íntimo. Lo curioso del pedido de los 22 iraníes es que estos ocho, que se suponen nuevos, se encontraban en la primera lista de 2003. Nisman pidió entonces –y Galeano concedió– la detención de Hadi Soleimanpour, ex embajador de Irán en Argentina entre los meses de junio de 1991 y agosto de 1994. Soleimanpour fue detenido en Durham, Reino Unido, pero según una nota, fechada el 12 de noviembre del mismo año, el secretario de Estado del Ministerio del Interior inglés decidió dejarlo en libertad por falta de pruebas, “no librar una orden para proceder contra Soleimanpour” y hacer cesar la orden de arresto preventivo pedida por Nisman sobre la base de que “el voluminoso material que conforma el pedido de extradición formulado por Argentina no cumple, prima facie, con los requisitos probatorios exigidos por el Reino Unido” (nota de fojas 916, con traducción a fs. 927/929 del “Incidente de extradición de Hadi Soleimanpour”). La fiebre de detención de Nisman aquel 2003 era imparable: el 16 de mayo, junto a Barbaccia y Eamon Mullen (el otro ex fiscal acusado de irregularidades en la causa), reiteró a Galeano el pedido de captura de los 22 anteriores y agregó otros seis iraníes. Galeano siguió firmando. Hasta que Interpol volvió hacia atrás con los pedidos insistiendo en la poca seriedad de la investigación y agregó un detalle conmovedor: uno de los buscados estaba muerto (lo que hubiera, de hecho, facilitado su captura). Cuando Galeano fue apartado de la causa por el Tribunal Oral, el nuevo juez, Canicoba Corral, insistió con los pedidos de captura de los iraníes: una asamblea de Interpol los rechazó por 91 votos contra 9 a favor. La asamblea le dijo entonces a Canicoba: “El Comité Ejecutivo nota, en particular, que las órdenes de detención fueron firmadas por un magistrado cuya intervención en el caso fue declarada irregular por las autoridades argentinas competentes”. El jefe de la Oficina Jurídica de Interpol fue todavía más claro: “Unicamente nuevas órdenes de detención firmadas por un juez diferente y basadas en un examen de la prueba que respalde los cargos podría justificar el restablecimiento de las difusiones rojas”. “Difusiones rojas” es, en el argot de los organismos de seguridad internacionales, “la búsqueda de los sospechosos”. Interpol fue aún más alllá: “Hasta tanto ello ocurra, rige el cese de búsqueda de los sospechosos iraníes dispuesto por la Secretaría General del organismo” (fojas 118.958 de la causa). La sucesión numérica de Nisman sugiere, sin embargo, algunas preguntas básicas: ¿por qué primero eran 22, luego 12 y ahora 8? ¿En cuál de los tres pedidos se equivocó? ¿O se equivocó en los tres? Nunca, en ninguna de las cientos de miles de fojas, el detective Nisman nos anuncia pruebas nuevas que desincriminen a algunos de los 22, o de los 12, o de los 8, o que los incriminen aún más. Perdón: sí hubo un cambio; a fojas 479 Nisman dice que, en el papelón Soleimanpour, “un nuevo análisis de las pruebas obrantes en la causa nos lleva a concluir que no revisten entidad suficiente como para dictar una medida de coerción en su contra”. Es la versión larga para decir que metió la pata. Bien podría costarle un juicio político, pero parece que la Argentina da para todo.

Lo que no ha ido en descenso, sino más bien todo lo contrario, es la propensión del detective Nisman a la prosa judicial: hay que tener muchas ganas de escribir para tapar la Nada con ochocientas una páginas. Ganas o ser Martín Caparrós, quien ya ha impuesto un estilo de vida con sus brillantes textos largos. Nisman tiene a quien admirar. Lo curioso de la acusación fiscal es, además de su extensión, su diversidad: desde la página 42 hasta la 102 Nisman nos explica la historia del terrorismo en el mundo, citando bibliografía muy diversa. Sólo una cita suena un poco lamentable: la atribuida al libro Cien palabras para explicar el islam, de Soulemane Bachir Diagne, Barcelona. Le faltó incluir Mahoma explicado a los niños.

DICEN QUE DICEN

A fojas 258 de su dictamen Nisman transcribe el corazón de su investigación, su punta del ovillo: “La elección de este atentado –dice– se realizó en una reunión de seguridad máxima del Estado, bajo la presidencia de Rafsanshani el sábado 14 de agosto de 1993. En esa reunión estaban presentes los profesionales militares y miembros fijos de la alta seguridad” (traducción de la información aportada por los disidentes iraníes a fs. 65/70 del legajo 209).

La única prueba de esta reunión son dichos de oídas de terceros. No hay ningún testigo de haber visto u oído directamente algo, por ejemplo: 
- A fojas 256 Abolhassan Bani Sadr, ex presidente del Sha, líder de la oposición y director de un diario opositor en el exilio, dice: “Si Irán está por detrás, la decisión la debió tomar el Consejo”. 
- Alí Reza Ahmadi, ex integrante del Servicio Exterior del Sha, dice que “sabe que la decisión se tomó en esa reunión”. Nunca explica por qué ni quién le dijo.(fs 256). 
- Reza Zakeri Kouchaksaree, presidente de la Resistencia Iraní, dice que “sabe que la decisión se tomó en esa reunión”. Idem anterior. 
- Hadi Roshanravani, consejero de la Resistencia Iraní en el exilio, dice que “se enteró por medio de fuentes de los mujaidines en Irán que el atentado fue decidido por las más altas autoridades” (fs. 190). 
- Meshabi “C”, disidente y desertor iraní: “La decisión se tomó en el ’93 y estuvo Rabbani” (fs. 256 y 259). “Conozco y obtuve toda la información del atentado a la AMIA de los responsables del servicio de inteligencia de Irán.”
Nisman, con estos testimonios, da por probada la reunión. Y Canicoba Corral los cree verosímiles.
Entonces, avanza otro paso: “Según la Secretaría de Inteligencia, Rabbani partió con destino a Irán el 18 de junio de 1993 y regresó el 29 de octubre de ese año (fs. 552). “No parece arriesgado –dice Nisman– concluir que fue a participar de esta reunión.”

Esa es toda la prueba que las ochocientas (y una) páginas de Nisman ratificadas por Canicoba tienen contra Irán. El resto –como gran parte de esto– son informaciones de inteligencia, informes entregados por SIDE, CIA y Mossad que no figuran como tales en el expediente sino como información propia de la supuesta investigación argentina.

Dice en la acusación otro arrepentido: “Más del ochenta por ciento de las operaciones terroristas que han tenido lugar en el mundo entero han sido realizadas directa o indirectamente por Irán”. Y el fiscal toma esas afirmaciones como prueba.
—Aplaudimos al sistema judicial de la Argentina –dijo la Casa Blanca al conocerse la decisión de Canicoba Corral.
—Aplaudimos la búsqueda tenaz de la Justicia –dijo el portavoz Tony Snow– contra los autores del atentado. Llamamos a todos los gobiernos a apoyar al gobierno argentino.
Irán tiene petróleo y gas, y se anima a montar un reactor nuclear sin pedir permiso. Y de Irán a Irak cambia una sola letra.

UNA VIEJA HISTORIA

La historia de involucrar a Irán en el atentado contra la AMIA no es nueva: a fojas 7213 del Cuerpo 36 se informa que una de las agendas de Telleldín apareció recortada y que apareció también, en la casa del entonces sospechoso (ahora liberado por el Tribunal Oral), “un papel” que decía “Embajada Islámica de Irán”. Telleldín tuvo que escribir unas veinte veces aquello de “Embajada Islámica de Irán” y fue sometido a una pericia caligráfica (como si el hecho de portar esas palabras en un papel configurara un delito). A fojas 26.988 se observa que los peritos Picasso, Giménez, Noguera, Comba y Anzorena “no encontraron similitudes entre la letra del papel y la de Telleldín”.
El recorte llegó a la agenda de Telleldín “plantado” y quizá provenga del mismo jardín en el que se plantó el motor de la Trafic, como veremos más adelante. La insistencia de Estados Unidos e Israel en involucrar a Irán en el atentado no es ideológica sino estratégica: nadie en su sano juicio podría defender a Irán, con un presidente proclive a las declaraciones nazis y serias violaciones a los derechos humanos en el interior del país, pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, con perdón de la tautología.

Si, como todo indica, el atentado llegó de Siria, la estrategia de involucrar a Irán se vuelve mucho más clara:

- Desde la Guerra del Golfo el régimen de Damasco es aliado de Estados Unidos contra Irak. 
- Siria e Israel disputan parte de los territorios ocupados (las Alturas del Golán), y culparlos de la AMIA agregaría otra piedra en un camino lleno de obstáculos para esa relación cada vez más tensa en la frontera norte de Israel.

La investigación de la AMIA está montada sobre pies de barro: uno de ellos, quizás el más significativo, es la supuesta existencia del coche bomba al que sólo una testigo vio. María Nicolasa Romero, enfermera de la Policía, declaró en la causa que esa mañana fue sorprendida por la explosión junto a su hijo y su hermana, mientras se dirigían a un jardín de infantes vecino. “Mientras caminaban por la vereda impar de Pasteur al 600 (N del A: la misma de la AMIA), el niño se soltó de su mano y comenzó a correr, por lo que ella y su hermana debieron apurar el paso hasta darle alcance en la esquina de Pasteur y Tucumán; que al descender de la calzada para iniciar el cruce los tres se vieron obligados a retomar la vereda para evitar ser atropellados por una camioneta color beige que lentamente circulaba por Tucumán y, para tomar Pasteur, giró hacia su derecha en forma cerrada”. En ese segundo, quizá segundo y medio, Nicolasa pudo proteger a su hijo, volver a subir el cordón, ver el rostro del conductor y advertir que poseía rasgos árabes. Si el cargo de director de la CIA estuviera vacante, Nicolasa debería ocuparlo. Su hermana, a fojas 165 del expediente, no vio el coche bomba.
Un equipo de investigación dirigido por el autor de estas líneas y formado por once personas investigó el atentado y descubrió por lo menos a diez testigos sobrevivientes que estaban mucho más cerca de la puerta de la AMIA que Nicolasa y nunca vieron a la famosa Trafic. En estas páginas se reproduce un mapa con su ubicación y datos personales:

1) Juan Carlos Alvarez, el barrendero que se acercaba al volquete que estaba en la puerta de la AMIA mirando hacia ahí, y sobrevivió de milagro.
2) Daniel Joffe, el electricista que reparaba el carburador de su Renault a menos de quince metros, con el auto ubicado según el sentido del tránsito y perfecta visibilidad de la puerta.
3-4) Los policías Bordón y Guzmán (uno en el bar Caoba y otro apoyado en el patrullero).
5) Gustavo Acuña, que cruzaba desde un negocio vecino hacia el kiosco de Marcelo Fernández.
6) Adriana Mena, empleada de la imprenta frente a la AMIA.
7) La vecina María Josefa Vicente, en el balcón del tercer piso de Pasteur y Tucumán, mirando hacia la calle.
8) Gabriel Villalba (empleado de la empresa de equipamientos odontológicos Narbi-Herrero), que estaba en Pasteur 675 cargando un aparato en una pick-up Dodge estacionada en doble fila.
9) Alejandro Benavídez, dueño del bar Catriel, que cruzaba Pasteur en dirección a Tucumán.
10-11) Los colectiveros que se acercaban por Tucumán hacia Pasteur.
12) Rosa Barreiro, que llevaba de la mano a su hijo Sebastián y estaba a menos de cinco metros: no escuchó ni el motor de la Trafic, ni el chirrido al subirse al cordón.
Los automóviles que circulaban por Pasteur hacia Lavalle.
Como ya comentamos, el detective Nisman dio crédito a diversos informes de la SIDE, como los que en 2003 concluyeron que “quien condujo el coche bomba fue el miembro del Hezbollah libanés Ibrahim Berro”. La versión de Berro, en verdad, provenía del FBI y fue reprocesada por los espías locales. Nisman le exhibió las fotos de Berro a Nicolasa y no lo reconoció, aunque aclaró que “era un muchachote como éste, de esta contextura” y que “veía un parecido en el rostro”, pero aclaró “que no estaba totalmente segura”. Luego se supo, según la familia de Berro, residente en Estados Unidos, que Ibrahim murió en 1994 en Talousah bajo el ataque de un helicóptero israelí.

Otros datos sobre la supuesta Trafic merecen ser mencionados:

- Ningún testigo quiso firmar el acta de “descubrimiento” del coche bomba. 
- El acta de secuestro del motor tampoco fue firmada por los bomberos. 
- Eduardo Magnano, jefe técnico de CIADEA (Renault), escuchaba la radio a dos horas del atentado y recibió la visita de una comisión policial con un paragolpes en la mano. Querían saber si era el paragolpes de una Trafic (fojas 29.480). 
- El POC (Departamento de Protección del Orden Constitucional) y la SIDE pincharon el teléfono de Telleldín cinco días antes de que el motor de la Trafic fuera “descubierto”. 
- La Trafic, según consta en el expediente, tenía el motor de un modelo y la carrocería de otro. Lo que sí se veía clarito era el número del block: 2.831.467.

En su acusación, el detective Nisman vuelve a transitar un mito demasiado viejo: que el explosivo llegó desde el exterior, en este caso “en 1990 desde Brasil, porque los iraníes habían encontrado posibilidades de almacenar este tipo de materiales”. Según las pericias, la AMIA fue volada con amonal, un explosivo compuesto por nitrato de amonio (un fertilizante) y polvo de aluminio (sirve, por ejemplo, para teñir pinturas de color plateado). En ocasión de nuestra investigación, envié a un cadete –ex profeso sin documentos– a comprar nitrato y polvo en un comercio a cinco cuadras del Obelisco. Lo único que le pidieron fue el número de CUIT. Después mostré por televisión lo complicado de conseguir un explosivo en Argentina.

LA PISTA SIRIA

Con respecto a las motivaciones políticas del atentado, Nisman (¿o deberíamos decir la línea Galeano-Nisman-Canicoba?) habla de una cuenta, de dos cuentas, de una cuenta de Irán, de una cuenta numerada en un banco que nunca se encontró, de un depósito, de dos depósitos, de diez millones, de doscientos millones, del atentado contra la AMIA, del atentado contra la Embajada de Israel, de distintos enviados, de distintos contactos, de mensajes de Menem, de mensajes a Menem, etc., etc., etc.

La llamada “pista siria” se dejó de lado en la “investigación” de Galeano: 
- En 1988 Menem visitó el país de sus antepasados y buscó allí ayuda financiera para su campaña. Los sirios le aportaron, según diversas fuentes, unos cuarenta millones de dólares. Este dato fue confirmado a los periodistas Norberto Bermúdez y Carlos Torrengo por el dominicano Nemen Nader en Madrid. 
- Menem prometió entonces a los sirios y los libios la entrega del misil Cóndor y protocolos de transferencia de tecnología nuclear. Los planos del Cóndor terminaron en el Pentágono, el acuerdo nunca se produjo y la plata nunca volvió a su origen. 
- Hay quienes piensan que el acuerdo con Siria era mayor: Siria tiene un lucrativo comercio de heroína y opio en el valle de la Bekaa, y es el principal exportador de heroína a Europa. Eso genera excedentes financieros de dinero negro que, por aquel entonces, buscaron sin éxito lavarse en Buenos Aires. 
- Las figuras de Ibrahim al Ibrahim a cargo de la Aduana en los primeros años de Carlos Saúl y la cotidiana presencia de Monzer Al Kassar, ciudadano sirio con nacionalidad argentina, el Yomagate y las inversiones de Abdala Rashid al Aalí en Santiago del Estero completan la cantidad de sirios por metro cuadrado necesaria como para empezar a preguntarse sobre el punto. 
- “Esta bomba me la pusieron a mí”, fue lo primero que dijo Carlos Menem al enterarse del atentado en la calle Pasteur. 
- Esta bomba me la pusieron a mí.

Después, preguntó por Zulemita. Su hija no vivía ni estudiaba en el Once. Al año siguiente su hijo moriría en un confuso accidente en San Nicolás.

Según el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, Menem estaba convencido del origen sirio del atentado. Cuando poco antes de salir del gobierno recibió en la Casa Rosada al Premio Nobel de la Paz Eli Weissel, Menem le dijo que conocía el origen y los autores del atentado contra la Embajada de Israel, pero que no podía hacerlo público. Weissel le relató esta extraña conversación al entonces procurador general de la Nación, Angel Agüero Iturbe.

En noviembre de 1994, algunos meses después del atentado, Menem volvió a pisar Damasco, después de cinco años de intentarlo. Recién entonces recompuso las relaciones con el país de sus padres.

“El Hezbollah es la única organización que realiza atentados con coches bomba”, dice en la acusación de Nisman el especialista Ariel Merari. Se equivoca: los otros que usan coches bomba, y a razón de unos treinta y cinco a cuarenta atentados por año, son los carteles colombianos de la droga.

La causa AMIA, las 113.600 fojas, 568 expedientes, 400 legajos, 1.000 paquetes y 1.500 carpetas se construyeron eligiendo primero el resultado y luego la forma de llegar a él. Un rápido repaso de los diarios muestra de modo más que evidente las cortinas de humo: 
- 25 de octubre de 1997: Galeano está dispuesto a seguir la pista iraní. Pidió a Alemania los antecedentes de un atentado iraní en un restaurante. 
- 22 de noviembre de 1997: AMIA: se vuelve a pensar en Irán. Interrogan al “arrepentido” Moatamer. 
- 25 de noviembre de 1997: Detonarán 350 kilos de explosivo en una Trafic. Lo hará la productora de TV de Raúl García y Néstor Machiavelli. 
- 28 de noviembre de 1997: Investigan a un nuevo diplomático iraní. 
- 29 de noviembre de 1997: Galeano trajo documentos que involucran a Irán. 
- 4 de diciembre de 1997: Estados Unidos e Israel señalaron a Irán. 
- 20 de enero de 1998: Alertan sobre otro ataque antisemita. 
- 6 de febrero de 1998: La Corte Suprema también le apunta a la Yihad islámica. 
- 18 de marzo de 1998: El embajador israelí Avirán pidió que se responsabilice a Irán. 
- 6 de mayo de 1998: El Departamento de Estado de EE.UU. avala la pista iraní. 
- 16 de mayo de 1998: Exigen el retiro de siete diplomáticos iraníes.
Pasaron ocho años. La canción que se repite sigue siendo la misma.

Ver: Perfil, 19-11-2006

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9 de abril de 2024

UCRANIA-OTAN: La derrota inevitable

 



UCRANIA: el principio del fin  (I) 

Así como el sol de la mañana disipa lenta pero inexorablemente la niebla, el paso del tiempo acaba trazando con claridad las líneas que separan la verdad del engaño, la realidad de la ficción.

Hace casi un año, el mismo día de su comienzo, predije el fracaso de la contraofensiva ucraniana, tan ensalzada por los medios voluntaristas occidentales, y añadí que terminaría en el peor de los casos “como la suicida Carga de la Luz” [1] . El desastre ha sido impactante y probablemente pasará a los anales de la historia militar como una de las mayores y más inútiles pérdidas de vidas humanas en la guerra moderna. Las fuerzas ucranianas, armadas y entrenadas por la OTAN, fueron arrojadas a la muerte por intereses geopolíticos miopes sin llegar en muchos casos siquiera a la primera línea de defensa rusa, cuya eficaz estrategia de defensa estática diezmó a los atacantes, que podrían haber sufrido hasta 160.000 damnificados. En lugar de construir de manera realista defensas sostenibles, Zelensky, alentado por Occidente y actuando desde la seguridad de su búnker en Kiev, ordenó una ofensiva absurda en la que perdió su ejército y su moral de victoria. Éstas son las consecuencias de dedicarse a ganar la guerra de propaganda en lugar de dedicarse simplemente a ganar la guerra, como lo ha hecho Rusia. Pronto la única línea defensiva viable será el río Dnieper.

La pérdida de Avdiivka

El rotundo fracaso de la ofensiva ucraniana y la posterior pérdida de la ciudad fortificada de Avdiivka han debilitado irreparablemente la posición de Ucrania y han acelerado su derrota. Para ser defensores, las tropas ucranianas sufrieron un número desproporcionado de bajas en Avdiivka. Las razones para esto fueron variadas.

La primera ha sido la abrumadora ventaja de la artillería enemiga, que incluso el alto mando ucraniano cuantifica ya en 6 a 1 (la cifra real es quizás el doble). "La artillería lo es todo", dijo Napoleón, especialmente "cuando converge con fuego intenso en un punto". Doscientos años después, el fuego de artillería todavía causa hasta el 75% de las bajas en batalla.

El segundo ha sido el notable aumento de la actividad aérea rusa con bombardeos masivos de precisión mediante la explotación del ingenioso sistema UMPC para convertir bombas “tontas” (de caída libre) en bombas guiadas a bajo costo. Al igual que el JDAM estadounidense, consta de un sistema de planeo mediante alas desplegables y una unidad de control adjunta que guía con precisión la bomba. Gracias al planeo, la bomba puede lanzarse desde gran altura a una distancia segura de hasta 70 km del objetivo, es decir, fuera del alcance de la defensa aérea ucraniana. Este uso ha dado una segunda vida útil al vasto arsenal ruso de bombas pesadas de gran poder destructivo e impacto psicológico.

Una tercera causa es que, según todos los indicios, las posiciones ucranianas fueron abandonadas en una retirada caótica para evitar el cierre inminente del cerco de la ciudad. Una retirada desordenada o de pánico es una de las situaciones más peligrosas en las que puede verse involucrado un ejército, ya que provoca un gran número de bajas y facilita la toma de numerosos prisioneros, como ocurrió en Avdiivka.

Por último, la destitución injustificable del competente general Zaluzhny, decidida por el todavía Presidente Zelensky por razones puramente políticas (las encuestas mostraban que el primero era mucho más popular que el segundo [2] ), también ha contribuido a un deterioro lógico de la situación de los ucranianos. Que un general competente deba ser destituido en medio de la guerra y enviado a una embajada lejana es otra indicación de la amoralidad sin límites del gobierno títere ucraniano y su titiritero, la Administración Biden, responsable en última instancia de la destrucción de Ucrania , como podremos analizar en la segunda parte de este artículo.

El próximo paso de Rusia será probablemente la toma del bastión de Chasiv Yar, lo que implicaría prácticamente el fin de la conquista del Donbass. También es posible que Zaporiyia y Kherson vuelvan a convertirse en escenarios clave de acción bélica antes del verano.

El posible colapso de las líneas ucranianas

El sustituto de Zaluzhny, el general Syrsky, reconoció recientemente en una entrevista que la situación era “realmente difícil y tensa” y que Rusia estaba “llevando a cabo ofensivas en un frente muy amplio” [3] . Apenas mencionó las armas enviadas por Occidente, que naturalmente no han cambiado el curso de la guerra, sino su duración (para desgracia de Ucrania). También admitió tácitamente que Ucrania no había construido líneas fortificadas entre Avdiivka y Jarkov (¿adónde fue a parar el dinero para esto?), una ciudad que Occidente bien podría considerar perdida. Quizás por eso Macron lo omitió en su reciente bravuconería sobre supuestas líneas rojas que Francia no toleraría (Kiev y Odessa), bravuconería que él llama, con una gran elegancia francesa, “ambigüedad estratégica”.

Finalmente, el nuevo comandante en jefe ucraniano también admitió la falta de vehículos (lo que ha provocado la transformación de brigadas mecanizadas en brigadas de infantería [4] ), la falta de municiones y tropas y la falta de rotación y descanso de éstas. Por ejemplo, la 110.ª Brigada Mecanizada ha estado ininterrumpidamente en la línea del frente en Avdiivka desde el comienzo de la guerra, hace dos largos años.

Ucrania puede haber perdido desde el comienzo del conflicto más de 450.000 hombres, frente a unos 60.000-75.000 rusos, órdenes de magnitud (la precisión es imposible) inversas a las publicitadas por la despistada prensa occidental. En cualquier caso, un horror, como cualquier guerra.

La fatiga de los ucranianos y la menguante voluntad de luchar también se reflejan en las encuestas en la propia Ucrania, a pesar de la propaganda de su gobierno. Según Gallup, el apoyo a la continuación de la guerra es sólo del 52% en las regiones del Este y del 45% en las del Sur. Incluso en el occidente ucraniano, más nacionalista y más alejado del frente, el apoyo a la continuación de la guerra ha caído al 70% [5] . Tampoco hay ninguna evidencia de que los ucranianos que emigraron al comienzo de la guerra estén regresando para luchar por su país, y la nueva ley aprobada por Zelensky para reducir la edad de reclutamiento ha resultado enormemente impopular.

En mi opinión, los rusos no tienen prisa y no pretenden lanzar ofensivas espectaculares, que a menudo son frágiles y pueden resultar de corta duración. Sin embargo, si las tropas rusas, más grandes y maniobrables, son capaces de concentrar su capacidad ofensiva en algún punto en un frente que es demasiado largo para ser defendido por el lado más débil, existe la posibilidad de que la resistencia ucraniana se desmorone y los acontecimientos se precipiten en el tiempo y el espacio. Como en el campo de la física, la fuerza de la guerra es producto de la masa por la aceleración. En cualquier caso, los rusos aplicarán su proverbio: “Si vas demasiado rápido alcanzarás la desgracia, pero si caminas demasiado lento, la desgracia te alcanzará”. Con su frialdad característica, sólo emprenderán una ofensiva masiva si tienen claro que no encontrarán oposición.

De producirse el colapso ucraniano, éste sería el principio del fin de una guerra en la que el innegable heroísmo de las tropas ucranianas no ha podido compensar el irresponsable e inútil liderazgo político del país, liderado por intereses extranjeros y exageradamente centrado sobre los éxitos propagandísticos.

La derrota inevitable

La mayor parte del establishment político y militar occidental parece ya ser consciente de que la derrota militar de Ucrania es inevitable, como filtró recientemente la prensa francesa [6] . Esto no sorprenderá a los lectores de mis artículos, pero sí a los incautos consumidores de medios, los cuales han tenido que cambiar su narrativa triunfalista sobre la marcha. La abrupta salida del subsecretario de Estado Nuland, la figura neoconservadora antirrusa más fanática y beligerante de la administración Biden (autor de la famosa frase “que se joda la UE” [7] ), es otro indicio de que Occidente está empezando a oler falla. Y a pesar de la propaganda, incluso en Europa sólo el 36% de los europeos cree que la ayuda a Ucrania debería considerarse una prioridad [8] y menos del 10% cree que Ucrania ganará la guerra [9] .

Contrariamente a lo que informan los medios de comunicación, el avance ruso parece lento y metódico, destinado a preservar las vidas de sus propias tropas y a destruir sistemáticamente la capacidad de combate del ejército ucraniano. Sus ambiciones geográficas parecen centrarse en las cuatro regiones ya anexadas a Rusia y probablemente en una considerable parte adicional de la orilla oriental del río Dnieper, mientras que en el sur su objetivo máximo sería establecer un corredor paralelo al Mar Negro como hasta Odessa y Moldavia para aislar del mar a la futura Ucrania.

La lógica dicta que el objetivo de Rusia nunca fue conquistar todo el territorio de Ucrania ni, por supuesto, atacar a otros países europeos miembros de la OTAN. De hecho, que los medios occidentales sigan haciéndose eco de tan burdo bulo da sonrojo, aunque no es de extrañar, ya que llevan dos años haciendo el ridículo. Más sorprendente, sin embargo, es el hecho de que el Secretario de Defensa de Estados Unidos lo repita sabiendo que es falso [10] , lo que muestra hasta qué punto la Administración Biden se está regodeando en el descrédito.

En cualquier caso, la “Operación Militar Especial”, como cínicamente sigue llamándola Rusia, ha desembocado en una guerra de proporciones trágicas (especialmente para Ucrania) que cambiará el mundo y podría significar una derrota estratégica para EE .UU. y la OTAN, una posibilidad que hace de esta fase crepuscular del conflicto la más peligrosa e impredecible de la guerra. De hecho, un Occidente acorralado por sus propios errores y aplastado por el peso de las falsas expectativas que él mismo ha creado puede provocar una escalada del conflicto con consecuencias impredecibles. Ésta es la última esperanza de Zelensky y lo que más deberíamos temer los ciudadanos europeos.

Una nueva forma de hacer la guerra

Desde el punto de vista militar, esta guerra ha demostrado una vez más que las guerras del futuro serán muy diferentes a las del pasado. Se trata de una constante de la historia que, sin embargo, no parece modificar la (posiblemente inevitable) esclerosis pedagógica de los estados mayores, que en tiempos de paz siempre entrenan a sus ejércitos para ganar la última guerra.

Cayendo en el mismo error y sin saber lo que deparará el futuro, me permito extraer algunas lecciones de la guerra actual. En primer lugar, en los conflictos entre ejércitos modernos (y no contra ejércitos mal armados, que han sido la especialidad estadounidense en las últimas décadas), las tecnologías actuales permiten a los contendientes observarse entre sí en tiempo real, haciendo vulnerable cualquier concentración de fuerzas y dificultando así la sorpresa. Este hecho sólo puede cambiar si se crean armas eficaces para interferir, cegar o destruir los ojos del enemigo, incluidos los satélites, ya sea desde bases terrestres u orbitales.

Asimismo, la integración en tiempo real en una misma plataforma de datos ISR (Intelligence, Surveillance & Reconnaissance) junto con artillería, aviación, misiles y drones permite eliminar unidades enemigas segundos o minutos después de haber sido localizadas, antes de que puedan cambiar su posición. .

Precisamente a causa de esta limitación, la movilidad de las fuerzas ha cobrado mayor importancia, de modo que la ventaja está del lado de quien puede concentrarse más rápidamente en un punto determinado o incluso fingir para desconcertar y agotar al adversario, como hace Rusia. Para ello, la logística y la velocidad de movimiento, que a su vez se ven afectadas por factores exógenos como el terreno y la infraestructura existente a lo largo de la línea del frente, serán clave.

Otra novedad ha sido el redescubrimiento del valor de los arsenales estratégicos, una especialidad soviética, que permiten cubrir el intervalo de tiempo entre el estallido de las hostilidades y el aumento de la producción de armamento a ritmos adecuados a los tiempos de guerra.

Por fin, los drones han provocado una revolución. A lo largo de la historia, los avances tecnológicos han cambiado el equilibrio entre los elementos ofensivos y defensivos de la guerra. Así como la pólvora hizo obsoleta la caballería y la artillería hizo obsoletas las murallas de las ciudades, o así como los misiles antitanques o antiaéreos redujeron la ventaja de los tanques y los aviones, los drones relativamente baratos representarán ahora una amenaza muy seria para el hardware pesado, ya sean tanques de batalla. (en el caso de la guerra terrestre) o buques de combate muy caros y de gran tonelaje (en el caso de la guerra naval).

Ucrania, probablemente con la ayuda británica, ha logrado éxitos notables en el hundimiento de barcos rusos de la Flota del Mar Negro mediante el uso nocturno de drones navales con tácticas de saturación, es decir, mediante ataques simultáneos. Además, los drones se dirigen al mismo lado del barco, para que éste escore y se hunda más rápido. Por el momento, estos ataques no han podido ser neutralizados eficazmente ni mediante drones aéreos ni mediante cortinas de fuego desde los propios barcos y han contribuido al deterioro de la moral del enemigo. Dicho esto, sus éxitos han tenido más valor propagandístico que militar, ya que la guerra de Ucrania se decide en tierra y no en el mar (a menos que haya un desembarco anfibio en Odesa).

El horror de la guerra

En la segunda parte de este artículo analizaré las posibles consecuencias estratégicas y a largo plazo de este conflicto, pero me gustaría antes hacer una reflexión. Estos análisis necesariamente fríos no deberían hacernos olvidar la tragedia humana de cualquier guerra y el horror de sus devastadoras consecuencias.

La forma en que se libran las guerras puede cambiar, pero los muertos mueren como siempre han muerto, y los vivos los lloran como siempre los han llorado.

[1] La lenta derrota de Ucrania – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)

[2] Zelensky recibe el golpe electoral de su ex alto teniente (newsweek.com)

[3] Oleksandr Syrskyi, comandante en jefe del Fuerzas Armadas de Ucrania: (ukrinform.net)

[4] La 153ª Brigada Mecanizada ya no está mecanizada | MilitaryLand.net

[5] Los ucranianos respaldan el esfuerzo bélico a pesar de cierta fatiga (gallup.com)

[6] Guerre en Ucrania: de la prudence à l'affolement… Ce que cache le virage de Macron (marianne.net

[7] Crisis de Ucrania : Transcripción de la llamada filtrada de Nuland-Pyatt – BBC News

[8] ¿Debería la UE seguir apoyando a Ucrania? Nuestra encuesta muestra que los europeos están a favor | Euronews

[9] Apenas el 10% de los europeos cree que Ucrania todavía puede derrotar a Rusia, según la encuesta | Ucrania | The Guardian

[10] La OTAN se verá arrastrada a la guerra con Rusia si Ucrania pierde: Lloyd Austin (newsweek.com) 

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Fuente:

elmanifiesto.com

https://elmanifiesto.com/mundo-y-poder/459516535/Ucrania-el-principio-del-fin-I.html

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