29 de septiembre de 2015

Vladimir Putin, por el P. Alfredo Sáenz


Conferencia pronunciada por el Padre Alfredo Sáenz, SJ, gran conocedor del mundo ruso, en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires el pasado 7 de mayo de 2015.

La misma ha sido transcrita en la revista católica argentina Gladius.
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Vladimir Putin, un estadista singular [1]

P. ALFREDO SÁENZ

Antes de entrar en el tema, algunas palabras muy sintéticas sobre la historia de Rusia, ya que no suele ser demasiado conocida. Los orígenes del cristianismo en dicha nación se remontan al año 988 y coinciden con el bautismo del príncipe Vladímir, acontecido en Constantinopla, al que siguió la evangelización del principado de Rus’ con sede en Kiev. Todo ello aconteció antes de la separación de Roma. Dicho nuevo reino comprendería, con el tiempo, un amplio espacio geográfico, hoy ocupado por Rusia, Ucrania y Bielorusia, primera forma política organizada de las tribus eslavas orientales que adhirieron al cristianismo, constituyéndose así el pueblo ruso. La escritura rusa, que representa el quicio fundamental de una cultura, fue allí introducida por la difusión del cristianismo entre las tribus eslavas a través de la creación de los caracteres cirílicos. Ello, gracias a dos grandes santos, Cirilo y Metodio.

Tiempo más adelante aconteció la invasión de los mogoles, que cubrieron el mapa de la vieja Rus’. El pueblo ruso, un pueblo entonces acosado, encontró su sostén en la Iglesia. En ese período, el centro religioso y político fue transferido de Kiev a Vladímir en 1299 y luego a Moscú en 1322. Durante esos años los príncipes se fueron capacitando para enfrentar a los mogoles, y bajo el mando del príncipe Dimitri Donskoi, vencieron definitivamente al ejército mogol en la batalla de Kulikovo.

En 1453 Constantinopla, a la que adhería la Iglesia rusa, fue conquistada por el Imperio Otomano. El principado de Moscú, que no cayó en poder de los turcos, realzó la importancia de esta ciudad que fue llamada Tercera Roma y Constantinopla. Los zares consideraron a Rusia el heredero legítimo del Imperio Romano de Oriente.

Bajo el gobierno de Pedro el Grande y de Catalina la Grande, la Iglesia ortodoxa se vio subordinada al ámbito político. Tras la caída del último zar, Nicolás II, el bolchevismo llevó adelante una gigantesca obra de laicización del pueblo ruso.

1. LA FIGURA DE PUTIN

Vladímir Putin nació en “Leningrado”, la antigua San Petersburgo, el 7 de octubre de 1952, en el seno de una familia muy modesta, su madre lo hizo bautizar en la catedral de la Transfiguración de aquella ciudad, y ello en el mayor secreto. El padre era militante del Partido Comunista. Sólo en 1996 Vladímir se enterará de que había sido bautizado. Toda su juventud se desarrolló en Leningrado. En esos años sintió deseos de servir a su país en el campo de la información, más concretamente, en la KGB. En Leningrado funcionaba una de las más prestigiosas universidades soviéticas, donde estudió Derecho. Ya miembro de la KGB fue enviado en 1985 a Dresde, en Alemania del Este.

Tal destino sería providencial porque le dio ocasión de asistir, en 1989, a los graves acontecimientos que conmovieron a Alemania del Este. La KGB no sabía cómo enfrentar la situación, esperando de Moscú instrucciones que nunca llegaron. Pronto vendría la disolución del Pacto de Varsovia y el naufragio de la Unión Soviética. “Con este asunto de ‘Moscú no responde’, tuve la sensación de que el país no existía más. Había desaparecido. Era claro que la Unión Soviética había entrado en agonía, en su fase terminal”, dirá Putin en el 2000. En enero de 1990, sin esperar el hundimiento de un sistema que ya se mostraba inevitable, dejó el servicio activo de la KGB y volvió a Leningrado para acabar su tesis de doctorado.

¿Qué haría entonces en el campo político? Se le ocurrió ofrecerse a Boris Yeltsin, de quien fue colaborador directo, pero éste renunció el 31 de diciembre. Dicha circunstancia colocó a Vladímir Putin a la cabeza del Estado, antes de ser elegido triunfalmente, unos meses después, en marzo de 2000, presidente de la Federación de Rusia. Extraordinario asenso de alguien que nunca quiso “hacer carrera”, y del que Solzhenitsyn diría, después de haberlo encontrado en septiembre de 2000: “Tiene un espíritu penetrante, comprende pronto y no tiene ninguna sed personal de poder. El Presidente comprende todas las enormes dificultades que ha heredado. Hay que destacar su extraordinaria prudencia y su juicio equilibrado”. Por lo que puede preverse, tomaría otros caminos que los preferidos por las democracias occidentales.

Basta considerar el perfil de algunos miembros actuales de Gobierno, para apreciar la competencia, la experiencia y el desinterés que exige Putin de los que lo acompañan en su elevada gestión política. De los treinta y tres miembros con que cuenta, todos son titulares de diplomas universitarios, en Derecho, Economía, Ciencias, Ingeniería, etc., con amplia experiencia profesional. El principal de ellos es Dimitri Medvedev, que estudió Derecho. En 2005 Putin lo nombró Vicepresidente de su gobierno. En marzo de 2008, a los 42 años, fue elegido Presidente de la Federación de Rusia en reemplazo de Putin, a quien la Constitución le impedía tener un nuevo mandato, pero no el ejercer las funciones de Primer Ministro, cargo que le dio Medvedev. Los dos hombres se entienden perfectamente. Medvedev es una personalidad más conciliadora que la de Putin, pero se ha mostrado tan enérgico como él, tan determinado como él a hacer respetar la ley y restaurar la grandeza del país. En 2012, Medvedev terminó su mandato presidencial. Entonces fue reelecto Putin, retomando el poder, y nombró a Medvedev Primer Ministro, lo que da gran estabilidad a Rusia.

2. EL DESPERTAR DE RUSIA FRENTE A UNA EUROPA VACILANTE

Putin sostiene que Rusia ha pasado por un desierto espiritual, camino a un reencuentro con sus raíces. Así, dice, los rusos han vuelto a la fe cristiana sin ninguna presión por parte del Estado ni tampoco de la Iglesia. La gente se pregunta por qué. La gente de mi edad se acuerda del Código de los constructores del comunismo… Cuando ese Código dejó de existir, se hizo un vacío moral que no se podía colmar sino retornando a los valores auténticos”.

Putin y Kiril I
Fue sobre todo con ocasión de los Congresos que se realizan en Valdai donde Putin nos ha dejado sus reflexiones más inteligentes. En dichos Congresos, que se efectúan todos los años, participan unos doscientos expertos y periodistas, líderes políticos y espirituales, filósofos y hombres de la cultura, de Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y China. Putin ve todo un símbolo en el hecho de que Valdai, el sitio elegido para esos Congresos, se encuentre geográficamente en un lugar “fundacional” de la antigua Rus’.

Precisamente en uno de esos Congresos, el de 19 de septiembre de 2013, destacó Putin la conveniencia de haber elegido este lugar: “Estamos en el centro de Rusia, no en un centro geográfico, sino espiritual”. Es justamente, señala, en la región de Nóvgorod, a la que pertenece Valdai, la cuna donde nació la primera Rusia, la Rusia cristiana. Putin ha asistido a varios de esos Congresos, aprovechando la ocasión para pronunciar allí enjudiosos discursos. En el del 10 de noviembre de 2014 aprovechó para decir que en esos actos él se expresaba con total libertad: Voy a hablar clara y sinceramente. Algunas cosas pueden parecer duras. Pero si no hablamos directa y sinceramente de lo que realmente pensamos no tendría sentido reunirse en esta forma. Entonces habría que reunirse en alguna reunión diplomática, donde nadie dice nada claro y, recordando las palabras de un conocido diplomático, podemos indicar que la lengua e dio a los diplomáticos para no decir la verdad”.

Pues bien, en el discurso del 19 de septiembre al que acabamos de aludir, habló de su propósito de restaurar la Rusia tradicional, que nació cristiana y patriótica. Frente a la prensa reunida dedicó Putin una buena parte de su discurso al tema de la identidad nacional rusa. Allí dijo: “Para nosotros, porque estoy hablando sobre los rusos y acerca de Rusia, las preguntas; ‘¿Quiénes somos? ¿Qué queremos ser?’ suenan en nuestra sociedad cada vez más fuerte. Hemos dejado atrás la ideología soviética y no hay retorno. Está claro que el progreso es imposible sin lo espiritual, cultural y la autodeterminación nacional. De otra manera no seremos capaces de soportar los desafíos internos y externos, y no podremos tener éxito en la competencia global”.

El acercamiento de la Iglesia y el Estado se intensificó por dos hechos: la elección en 2009 de Cirilo, obispo de Smolensk, como Patriarca de Moscú y de toda Rusia, y el retorno al poder de Putin en 2012. En el famoso discurso del 19 de septiembre de 2013, donde  con su alocución cerró el Congreso dedicado al tema “La diversidad de Rusia para el mundo moderno”, no temió afirmar su convicción de la necesidad de volver a la fe. Allí dijo: “Mucha gente de los países europeos están avergonzados y tienen miedo de hablar de estas convicciones religiosas. Las fiestas religiosas se están eliminando o se les está cambiando el nombre, escondiendo la esencia celebración”. En esa misma alocución hizo un llamado a la población rusa para fortalecer una nueva identidad nacional basada en los valores tradicionales, como los que posee la Iglesia Ortodoxa, advirtiendo que el lado oeste del país estaba enfrentando una crisis moral. Al hablar del “lado oeste del país” ¿no se estaría refiriendo a la zona rusa colindante con la Europa que va perdiendo la fe?

Al parecer, lo que quería Putin era impulsar a su pueblo –ruski mir– a retornar a la fe de sus padres, sobre todo ante el espectáculo de una Europa que parecía querer olvidar sus raíces católicas. No deja de resultar sugerente que en el año 2012 Putin haya pedido ser bendecido con la imagen de la Virgen de Tiflin, costumbre que tenían los zares de Rusia a partir de Iván el Temible. En el mismo discurso en Valdai al que acabamos de aludir, se animó a decir: “Rusia es uno de los últimos guardianes de la cultura europea, de los valores cristianos y de la verdadera civilización europea”. Fustigó a continuación a esa Europa que renuncia a sus raíces.

De hecho, Rusia ha conocido un reflorecimiento religioso tras la caída del comunismo. Si en 1988, antes del derrumbe de la Unión Soviética, la Iglesia Ortodoxa contaba con 67 diócesis, 21 monasterios, 6893 parroquias, 2 academias y seminarios, en 2008 contaba con 133 diócesis, más de 23.000 parroquias, 620 monasterios, 32 seminarios, 1 instituto teológico, 2 universidades ortodoxas. Entre 1991 y 2008, la cuota de adultos rusos que se consideraban ortodoxos creció del 31% al 72%, mientras que la cuota de la población rusa que no se consideraba de ninguna religión bajó del 61% al 18%.

La posición de Putin es clara, como lo deja traslucir con toda contundencia la misma alocución pronunciada en Valdai. Extractemos algunos párrafos. “Cada país tiene que tener fortaleza militar, tecnológica y económica, pero sin embargo lo principal que determinará el éxito, la calidad de los ciudadanos, de la sociedad, es su fortaleza espiritual y moral. Por eso, agregará, el país deberá considerarse como una nación con su propia identidad, con su propia historia, con sus propias tradiciones. Solo así sus miembros podrán unirse para un fin común. “En ese sentido, la cuestión del encuentro y el fortalecimiento de la identidad nacional es realmente fundamental para Rusia”. Las diversas catástrofes del siglo XX, agregó, tuvieron como consecuencia un golpe devastador a la cultura nacional rusa y sus códigos espirituales, así como la consiguiente desmoralización de la sociedad.

Insistió Putin durante el mismo discurso en la gravedad de la apostasía de Europa: “Otro desafío serio para la identidad de Rusia está relacionado con algunos eventos que se produjeron en el mundo. Son dos temas: la política extranjera y el aspecto moral. Podemos apreciar cómo muchas de las naciones euro-atlánticas están rechazando actualmente sus raíces, incluyendo los valores cristianos que constituyen el fundamento de la civilización occidental. Están negando los principios morales y toda identidad tradicional: nacional, cultural, religiosa e incluso sexual. Están implementando políticas que equiparan las familias numerosas con parejas del mismo sexo, la fe en Dios con la fe en Satanas. Y prosigue: “La gente en muchas naciones europeas se siente avergonzada o temerosa de hablar de su filiación religiosa. Las fiestas religiosas son abolidas o bien toman un nombre distinto; su significado permanece oculto, tanto como su origen moral. Y se está tratando de exportar agresivamente este modelo a todo el mundo”.

Hay, pues, en la vieja Europa, un profunda degradación moral. “Sin los valores enraizados en el cristianismo…, sin las normas de la moralidad que han tomado forma a lo largo de un milenio, los pueblos perderán su dignidad humana. Nosotros consideramos natural y recto defender esos valores. Uno debe respetar los derechos de las minorías, pero los derechos de la mayoría no deben ser puestos en cuestión”. Y concluye: “Yo creo profundamente que el desarrollo personal, moral, intelectual y físico deben permanecer en el corazón de nuestra filosofía. Antes de 1990 Solzhenistsyn afirmó que el objetivo principal de la nación debería ser preservar a la población después de un muy dificultoso siglo XX”.

3. SIGNOS DE RESURRECCIÓN ESPIRITUAL

Rusia vive un profundo renacer de la religión allí tradicional, la llamada Ortodoxia. Este renacimiento parece un verdadero milagro luego de las más de siete décadas de comunismo soviético en el curso del cual millones de cristianos, ortodoxos y católicos han sido asesinados o apartados de practicar su religión. Actualmente se asiste en Rusia a un admirable retorno, sobre todo a la liturgia La Pascua sigue siendo la más importante celebración de la Rusia moderna como lo prueban las iglesias llenas de gente de todas condiciones que van allí a rezar y a confesarse.

El mismo Putin, así como el Primer Ministro Dimitri Medvedev, en comunión con su pueblo asisten cada año al oficio pascual celebrado por el Patriarca en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú. Pero ello no es todo. Si bien es cierto que la Constitución rusa de 1993 parece mostrar cierto carácter laicista, semejante a las Constituciones de varios países de Europa, sin embargo Putin ha hecho lo posible por favorecer a la Iglesia Ortodoxa, apoyándose en su doctrina. El 19 de noviembre de 2010, hizo votar por la Duma, es decir, el Congreso Nacional, una ley por la que se autorizaba la devolución a la Iglesia de todos los bienes que le habían sido arrebatados por el Estado y las municipalidades, a partir del triunfo de la Revolución bolchevique. El 8 de febrero de 2012, prometió el otorgamiento de subvenciones por cerca de 80 millones de euros para financiar diversos proyectos de renovación de la Iglesia Ortodoxa. Incluso creemos haber leído que dispuso que hubiera capellanes en las Fuerzas Armadas. Agreguemos el coraje que exhibió al ordenar el traslado de los restos de la familia imperial, vilmente asesinada por orden de Lenin, a San Petersburgo, donde les hizo dar una digna sepultura, confesando y comulgando en dicho día.

Una anécdota esclarecedora. Hace unos años el rey de Arabia Saudita visitó a Putin en Moscú. Antes de partir le dijo que quería comprar un terreno grande, y allí edificar, con dinero totalmente árabe, una gran mezquita en la capital rusa. “No hay problema -le respondió Putin- pero con una condición: que autorice que se construya también en su capital una gran iglesia ortodoxa”. “No puede ser”, repuso el rey. “¿Por qué?”, preguntó Putin. “Porque su religión no es la verdadera y no podemos dejar que se engañe al pueblo”. A lo que Putin replicó: “Yo pienso igual de su religión y sin embargo permitiría edificar su templo si hubiera correspondencia. Así que hemos terminado el tema”.

De hecho la Iglesia es considerada por el Kremlin un aliado fundamental del Estado, destinada a custodiar la identidad espiritual y cultural de Rusia. Así como el Kremlin promueve a la Iglesia como sociedad que representa los valores de la nación, de manera semejante la Iglesia considera oportuno colaborar con las autoridades políticas para promover medidas que protejan la familia y salvaguarden la moralidad pública.

Consideremos algunos casos de dicha colaboración. Uno de ellos es la ley anti-blasfemia que fue votada por la Duma como consecuencia de un episodio deleznable. Tres mujeres feministas se habían exhibido en el interior de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú,
Pussy Riot
ubicándose en la parte más sagrada del presbiterio, con música rock de fondo, de carácter irreverente. Las autoridades políticas lo consideraron un gesto claramente vandálico, condenándolo categóricamente y castigándolo como correspondía, mientras que para las autoridades eclesiásticas fue una profanación blasfema. Los medios de comunicación occidentales mostraron el episodio como una violación de los derechos humanos por parte de las autoridades políticas y de persecución a artistas “creativos”. La Iglesia, por su parte, ha apoyado las nuevas normas del Gobierno que limitan el acceso al aborto y la ley introducida por Putin según la cual se prohíbe publicar cualquier material que fomente la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad y la transexualidad, sobre todo si busca influir en los menores de edad. Los manifestantes que en cierta ocasión quisieron hacer pública en las calles su arrogancia “gay”, fueron hostigados al grito de “¡Moscú no es Sodoma!”.

En su famoso discurso en Valdai en septiembre de 2013, Putin incluyó una altiva respuesta a los reiterados llamados de Occidente a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, debido a la ley rusa que prohíbe la promoción de la homosexualidad. Tras dicho discurso, los asistentes al Congreso pasaron al comedor, donde se encontraba el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi. Allí Putin bromeó aludiendo a la larga amistad que tenía con Prodi, y también con su enemigo, el ex presidente del Consejo de Ministros italiano Silvio Berlusconi, afirmando que “Berlusconi estaba siendo juzgado por vivir con mujeres, pero si fuera homosexual nadie le pondría un dedo encima”. Al mismo tiempo, el Estado promueve abiertamente el carácter sacramental del matrimonio tal como lo entiende la Iglesia. Se comprende la inquina del Occidente post-cristiano.

Como puede verse, Putin ha asumido expresamente la defensa de la familia tradicional. El 11 de febrero de 2013, se realizó un encuentro entre el Gobierno y las autoridades religiosas. Allí el jefe de Estado señaló la necesidad de reconocer a la Iglesia Ortodoxa mayor espacio en las discusiones políticas tocantes a cuestiones como la familia, la instrucción de los jóvenes y el espíritu patriótico. Respecto a la defensa de tales valores, y en particular de la familia, en varias ocasiones Putin ha querido mostrar su voluntad de que en este campo Rusia retorne a los valores tradicionales de la sociedad. A tal fin ha señalado el alto aprecio que tiene de la familia, entendida como elemento fundante para el desarrollo del Estado y de la sociedad, y la actuación de una estrategia política y social que la favorezca, contribuyendo así de un modo decisivo a invertir la corriente demográfica fuertemente negativa que afligió a Rusia en los últimos decenios. Si se tiene en cuenta el hecho de que “el invierno demográfico” que ha golpeado a esa gran nación entre los años 1990 y 2005 manifiesta hoy una situación común a la de la mayor parte de los Estados europeos, no hay duda de que en esta materia el actual modelo ruso constituye un ejemplo a nivel internacional. Varias veces Putin se ha referido a los ataques que se llevan a cabo contra la institución familiar. Esto explica por qué Rusia está tan atenta a la cuestión demográfica. La protección de los derechos y los intereses de la familia, de la maternidad y de la infancia son una cuestión prioritaria para las autoridades públicas. Los actuales dirigentes parecen entender que el problema de la reducción de la natalidad no es atribuible sólo a motivos económicos, sino que tiene raíces más profundas, de carácter cultural, lo que explica la necesidad de intervenir también en el campo de la educación y de la información. El sistema de vida capitalista y globalizado crea una peligrosa tendencia que atenta contra la sociedad. Putin lo afirma sin vueltas: “La crisis de la sociedad humana se expresa principalmente en la pérdida de su capacidad reproductiva”. Gracias a las medidas del Gobierno, en Rusia se ha reducido drásticamente el número de abortos y se ayuda a la mujer embarazada del segundo hijo, por el equivalente de 10.000 dólares, y con terrenos para el tercer hijo.

En un discurso en la Asamblea Federal el jefe de Estado, así se expresó: “Hoy, muchas naciones están revisando sus valores morales y normas éticas, erosionando tradiciones étnicas y diferencias entre pueblos y culturas. La sociedad es ahora requerida no solamente a reconocer el derecho de cada uno a la libertad de conciencia, sino también a aceptar sin condicionamiento la igualdad del bien y del mal, por extraño que ello parezca, conceptos que son totalmente contrarios… Nosotros sabemos que cada vez hay más pueblos en el mundo que sostienen nuestra posición de defender los valores tradicionales, que han hecho las bases espirituales y morales de la civilización de cada nación por miles de años: los valores de familia tradicionales, la realidad de la vida humana, incluyendo la vida religiosa, y no sólo de la existencia material sino también lo espiritual y los valores del humanismo y de la diversidad global. Por supuesto que esta es una posición conservadora. Pero en palabras de Nicolás Berdiaev, el punto de vista del conservadorismo no es el de prevenir movimientos de hacia y para, sino el de prevenir movimientos para atrás y para abajo, en una oscuridad caótica y un retorno al estado primitivo”.

Gracias a Dios, Putin se siente acompañado en la defensa de los valores tradicionales por el Patriarca de Moscú, Monseñor Cirilo, hombre lúcido y valiente. De él hemos tratado largamente en un comentario que hicimos a su libro “Libertad y responsabilidad: en búsqueda de la armonía”, Moscú 2009. Ver nuestra reseña en la revista Gladius, n° 80, año 2010, pp. 138-144.
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[1] Alfredo Sáenz, “Vladimir Putin, un estadista singular”, en Gladius 93 [2015], 33-50). Los resaltados son nuestros.
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continuará///


20 de septiembre de 2015

Hungría en la mira


« ...¿cómo encaja la Católica Hungría, miembro de la UE y de la OTAN, en este rompecabezas? Muy sencillo. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, lanzó un desafío en junio en una entrevista con el diario Napi Gazdasag, diciendo, “el multiculturalismo significa la coexistencia del Islam, religiones asiáticas y el Cristianismo. Haremos todo lo posible por librar a Hungría de eso…»

¿Alerta de falsa bandera en la crisis de los refugiados?
por Anne Williamson
4-9-2015 

 “Durante la pasada semana, la oleada de inmigrantes sin papeles procedentes de África y Oriente Medio hacia la Unión Europea ha devenido en una avalancha. El punto álgido de la marea humana se ha localizado en Hungría, lo cual no es un resultado lógico a pesar de la posición geográfica del país en el centro de Europa. Entender el por qué es la clave para entender que está ocurriéndole a Europa.



Después de permitir a los inmigrantes sin papeles tomar trenes desde el este con destino a Viena y Múnich, Hungría cerró repentinamente el martes la Estación de Ferrocarril Grand Keleti de Budapest a los inmigrantes que buscaban transporte hacia Alemania a través de Austria y la República Checa. Cientos están ahora acampados fuera de la estación rodeados por la policía húngara y agentes de las redes de traficantes de personas. Hasta ser registrados y en espera de un visado Schengen, los inmigrantes están abandonados y es probable que la mayoría con el tiempo sean devueltos por donde han llegado. (La temprana relajación de las leyes de inmigración alemanas, fue el origen de la confusión del lunes).

La multitud desplazada crece a cada hora en forma de oleadas de migrantes que siguen llegando desde la frontera sur del país limitando con Serbia después de haber transitado primero Macedonia, a cuya frontera sur los griegos envían autobuses llenos de migrantes afortunados, un alarmante número de los cuales han sido rescatados del mar por barcos de rescate europeos antes de ser dejados en tierra en la misma Grecia.

Pero ¿por qué la diminuta Macedonia, la cual ni siquiera es miembro de la Unión Europea o de la OTAN? ¿Por qué no las igualmente accesibles Albania o Bulgaria? ¿Cuáles son las instrucciones dadas por la Unión Europea a sus siervos griegos? O, como se pregunta el colaborador de Oriental Review, Andrew Korybko, “¿…por qué los migrantes no utilizan simplemente Grecia como plataforma para un viaje final en barco hacia Italia?”

Alemania está conectada directamente con el norte de Italia, y llegar hasta allí desde el norte de Italia sólo requeriría el tránsito a través de una estrecha franja del este de Austria, evitando de esta forma el gran trayecto multinacional que la actual ruta requiere.

Korybko argumenta (como yo) que las redes de traficantes están siendo “influenciadas por los servicios de inteligencia occidentales” (en la diplomática fraseología de Korybko) y están haciendo creer que la ruta más larga desde el norte de Grecia hasta Budapest a través de los Balcanes es la más segura para tener éxito. (También es posible que el viaje de los refugiados sea financiado directamente por un ISIS enriquecido gracias al petróleo siguiendo las órdenes de Estados Unidos.)

La verdad es que la ruta más larga deja a Bulgaria, miembro de la UE y de la OTAN, y a Albania, aliada clave de Estados Unidos, relativamente tranquilas mientras que envían un potente flujo a aquellas naciones (y, en el caso de Macedonia y Serbia, con poblaciones mayoritariamente Ortodoxas) que han rechazado participar o que han criticado las sanciones (la Católica Hungría) contra Rusia, y todas aquellas que desean participar en el proyecto de gaseoducto ruso a través de los Balcanes.

Una vez que la desgracia americana en Ucrania se volvió bochornosa y fue interpretada como un fracaso en el hostigamiento hacia Rusia, los Estados Unidos instigaron el “Plan C” (Locura Migrante), que siguió al temprano fracaso del “plan B”, el cual consistía en organizar en Macedonia una revolución “coloreada”.

Los norteamericanos, en general, no son conscientes de los acontecimientos de mayo porque el país desvió la atención exitosamente del criminal golpe de los matones terroristas a los que Zoran Zaev preparó el terreno, un agente de los Estados Unidos y de George Soros, a través de una empresa llamada Canvas, la heredera comercial del proyecto Optor cuyas engañosas acciones tuvieron éxito para desestabilizar Serbia con una revolución “coloreada” quince años atrás.

El montaje es verdaderamente diabólico. Macedonia, una nación de poco más de dos millones de habitantes que disfruta de una significativa y mayormente pacífica minoría musulmana y que limita por el norte con un Kosovo bajo control albanés, está en riesgo de fractura por Albania y Bulgaria, a las que les gustaría mucho aumentar sus territorios a expensas de la existencia de Macedonia. Si los musulmanes macedonios pueden ser azuzados, la división es una posibilidad.

Ahora sabemos, por cortesía del anterior jefe de la DIA (Defense Intelligence Agency) Michael Flynn, que la aparición del ISIS fue predicha en un comunicado ampliamente difundido en 2012 que la Casa Blanca tomó la decisión premeditada de ignorar. El brutal ISIS es, de hecho, un activo militar de creación norteamericana creado para distraer a una crédula población norteamericana, y cuya violencia inherente puede ser dirigida para llevar a cabo en política exterior objetivos de desestabilización en Medio Oriente, Norte de África y ahora el sureste de Europa, por parte de los Estados Unidos.

Lo que Macedonia y Serbia temen es que los terroristas del ISIS sean intencionadamente incorporados a la horda de migrantes destinada al Kosovo bajo control albanés, una base ideal para llevar a cabo su encargo de desestabilización de los Balcanes. Bulgaria, un país Ortodoxo, no tiene interés en favorecer un alentamiento de terroristas del ISIS, y se encuentra atrapada a sí misma por su pertenencia a la OTAN y a la UE.

El lunes dejó pruebas del dilema compartido por Bulgaria y Macedonia cuando los guardias fronterizos búlgaros atraparon una célula de cinco terroristas camuflados como refugiados que llevaban consigo videos de decapitaciones y propaganda del ISIS. (En febrero los servicios de inteligencia turcos advirtieron a la policía en un comunicado interno que más de 3.000 yihadistas entrenados estaban intentando llegar a Turquía a través de Siria e Irak.)

Ahora, ¿cómo encaja la Católica Hungría, miembro de la UE y de la OTAN, en este rompecabezas? Muy sencillo. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, lanzó un desafío en junio en una entrevista con el diario Napi Gazdasag, diciendo, “el multiculturalismo significa la coexistencia del Islam, religiones asiáticas y el Cristianismo. Haremos todo lo posible por librar a Hungría de eso… Damos la bienvenida a inversores, artistas, científicos no cristianos, pero no queremos una mezcla a gran escala.”

Después de rechazar la propuesta de la UE para que cada país miembro aceptara una cuota de refugiados, Orbán continuó con la construcción de una valla de 3,5 metros a lo largo de la frontera de Hungría con Serbia, lo que le acarreó fuertes declaraciones de condena de Francia y Alemania. Hoy esas críticas han cesado y el proyecto de Bulgaria de vallar su frontera con Turquía pasa inadvertido.

Europa estará feliz de reprimir a los refugiados en las zonas balcánicas y turcas de esas vallas sin importarles el daño que sufran Hungría y Bulgaria por hacerles el trabajo sucio. Una vez colocados, los refugiados simplemente pueden pudrirse esperando la aprobación de sus solicitudes para entrar en Europa, que nunca llegarán hasta que la mayoría sean declarados refugiados económicos y no refugiados políticos (como les ocurrirá a los refugiados bloqueados ahora en Hungría).

Toda lo que Europa ha de hacer es enviar fondos suficientes a Grecia, Italia, Hungría, Macedonia y Bulgaria para administrar las solicitudes de los refugiados y para la construcción y mantenimiento de campamentos para alojarlos. Barato. Problema paralizado.

No tan rápido, dice la académica e historiadora rusa Jelena Guskova. Su investigación la ha llevado a la conclusión de que lo que se está preparando para tener un efecto inmediato es el establecimiento de un “Corredor Verde”, un ESTADO MUSULMÁN en la Europa Cristiana. Ella cita el crecimiento del radicalismo islámico en los Balkanes a través de las células “wahabitas” y “rosas rojas” de Serbia, el “Tarikat” en Macedonia, y las células de Al Qaeda en Kosovo y el norte de Albania, los cuales crearán el “Corredor Verde” en cooperación con Bosnia Herzegovina.

Guskova predice que la policía de Serbia y Macedonia comenzará operaciones contra pelotones terroristas armados, durante los que civiles albaneses serán asesinados en los choques resultantes, y entonces los islamistas de Serbia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina se rebelarán para salvar a sus “hermanos en peligro”, dejando de esta manera la puerta abierta para que la OTAN intervenga por la fuerza.

El desarrollo del anterior escenario (especialmente conveniente durante un colapso de los mercados en curso) permitirá a los Estados Unidos conseguir por fin el control total de los ferozmente independientes Balcanes, a la vez que inflige una herida gigantesca al continente Europeo, a la cual los Estados Unidos pueden echarle sal siempre que sea necesario, para frenar cualquier iniciativa europea de acción independiente y establecer una OTAN mucho más fortalecida. Y, por supuesto, el premio gordo: la continuación de las sanciones contra Rusia y la eliminación del gasoducto de los Balcanes. Este programa privará al mundo de una vibrante y útil Europa a la vez que impide una Rusia constructiva, son consecuencias que Washington considera intrascendentes cuando se contraponen a la intención de los Estados Unidos de restregar su bota colectiva en la cara de la humanidad para siempre.

Sólo los Balcanes y Rusia son fuertemente conscientes de que los planes de los Estados Unidos son una tragedia y una irresponsabilidad, y medios de información occidentales comprometidos lo han avanzado. Para apreciar lo poco preparada que está Europa para estos sucesos, un artículo ruso interno de ayer informa de prominentes llamamientos alemanes de más bombardeos y mayor intervención en Oriente Medio con la finalidad de resolver la crisis de los refugiados. Esto revela la triste realidad de una Europa en proceso de suicidio a las órdenes de su amo y señor norteamericano.”

(Traducción de Leo PB)

Tomado de → paginatransversal


10 de septiembre de 2015

"El caos no es fortuito; es el objetivo”


¿Drama o programa?
Refugiados en masa 

Plantear el por qué del drama de la llegada masiva de inmigrantes/refugiados a Europa no es tarea fácil en una sociedad que, atontada por la televisión, acepta sin capacidad de crítica y opinión los dictámenes que se imparten desde las oligarquías europeas.

JESÚS CALABUIG
11-9-2015

Una foto para conmover el mundo
Desde hace unos días los medios de control de masas occidentales están promoviendo una corriente de sensibilización y aceptación pro-inmigracionista, del mismo modo que hace un tiempo atrás promovieron también la afinidad y la simpatía hacía aquellos movimientos de protesta supuestamente espontáneos que publicitados con el nombre de “Primavera Árabe” afirmaban que iban a democratizar los países de Oriente Medio, pero que, no obstante, Ha resultado que han conducido a estos hacía la guerra, la destrucción, la muerte y el exilio de cientos de miles de personas.

Asistimos a una tragedia humanitaria consecuencia de unas guerras orquestadas por el pretendido gobierno de dominación mundial (el eje EE.UU.-Israel) con la complicidad de los aliados de la UE y las marionetas de turno: los perroflautas que enarbolaban la bandera de la Primavera Árabe “para liberar al pueblo de los malvados dictadores” cuando en verdad estaban siendo cómplices, sin saberlo, de un plan trazado desde Washington para favorecer una determinada estrategia internacional fundamentada en el control de recursos y la desestabilización de Oriente Medio en beneficio del Estado de Israel frente a los países árabes.

Bombardeos en Gaza:
¿Cuántos medios publicaron esta foto?
Todos estos países que han sido reventados a partir de tan peculiares “revueltas populares” tenían un denominador común: poseen inmensas reservas de petróleo y excluían a EE.UU. en sus negocios, toda vez que mantenían acuerdos comerciales con los principales competidores de éstos, Rusia y China. Se trataba de Estados laicos y soberanos con proyección económica de futuro, y presentaban todos ellos una drástica oposición frente a Israel.

Motivos estos más que suficientes para que los pretendidos amos del mundo nos vendieran la moto de que se trataba de “países con dictaduras de tiranos” a los que había que derrocar “para instaurar la democracia”. Esto, a la par que se hace silencio con las “dictaduras buenas”, asociadas a este eje de dominación global, como lo son, por ejemplo, las de Qatar o Emiratos Árabes (para más inri publicitadas en las camisetas de los principales clubes de futbol) o, sin ir tan lejos, el vecino Marruecos cuya familia real acumula tres cuartas partes del PIB del Estado.

El caso es que ya está más que reconocida la financiación y la entrega de armas por parte de EEUU a los fanáticos sublevados del Estado Islámico.

Así mismo, hace apenas unos días, una filtración efectuada por parte de un funcionario del servicio de inteligencia austríaco revelaba como desde EE.UU. están financiando también a las mafias que introducen a inmigrantes y refugiados en Europa.

En palabras del periodista Thierry Meyssann, que analiza estas filtraciones, “la oleada de inmigrantes y refugiados que tratan de alcanzar Europa no es una consecuencia accidental. El caos no es fortuito; es el objetivo”

Así pues, el caos se magnifica...

Así pues, el caos se magnifica para mayor deleite de aquellos que persiguen crear un mundo de Estados destruidos y serviles a sus pretensiones de dominación global, encarrilando a toda una muchedumbre hacia el propio corazón de Europa para debilitarla en beneficio de los intereses capitalistas de las anónimas multinacionales y las decadentes élites locales que fomentan y se aprovechan del doloroso éxodo de millones de personas para lograr mano de obra barata; toda vez que la identidad y la personalidad de los Estados europeos entra en conflicto, viéndose también amenazada nuestra seguridad por la llegada incontrolada de numerosos yihadistas que se aprovechan de este coladero.

No se han conformado con destruir Oriente medio, también quieren ahogar a Europa, y en ese sentido otro atrevido periodista, Nicolas Bonnal, no se corta al afirmar que “EE.UU. ha organizado una invasión a Europa con la ayuda de sus políticos leales como Renzi, Hollande y Merkel”.

Bonnal puntualiza que “están poniendo en práctica los principios neomaquiavélicos de Leo Strauss y de los estrategas al estilo de Wolfowitz. Estos trotskistas fallidos desean gobernar mediante el caos los países, al privarlos de las realidades humanas e históricas”

Ahora nos machacan mediáticamente con imágenes de la propia tragedia de refugiados que ellos mismos han ocasionado, generando una corriente de bienintencionado humanitarismo que culmina con la creación de centros de acogida, que de manera indirecta están favoreciendo que se incremente vertiginosamente el número de desplazados que se arriesgan a emprender un viaje que culmina con la muerte de miles de ellos.

A la cabeza de tan irresponsables llamamientos al estilo de anunciar “ciudades asilo”, encontramos de nuevo a los tontos-útiles de la “primavera democrática”, como es el caso, por ejemplo, de la alcaldesa de Barcelona, la ex okupa Ada Colau, de quien poco más podíamos esperar, teniendo en cuenta su empleo dentro de un chiringuito de esos llamados ONG, que viven precisamente de “la inserción de inmigrantes”, y que ha recibido un montante de 3,7 millones de euros en subvenciones del Estado y de la Generalitat de Catalunya.

Fuera de críticas, como de lo que se trata es de ofrecer soluciones más allá del confortable populismo que aporta anunciar el acogimiento de refugiados, habría que apuntar las medidas propuestas por el eurodiputado italiano Matteo Salvini, quien solicita a la UE que se implique para acabar con la guerra y el éxodo de refugiados, exterminando al grupo terrorista Estado Islámico y revocando el bloqueo, el embargo y las sanciones que la Unión Europea ha impuesto contra Siria.

Pero ya se sabe que esto, de momento, no interesa al eje de dominación, en cuya cabeza visible han colocado al Premio Nobel de la Paz.

Para finalizar, simplemente apuntaré que echo de menos las manifestaciones del “no a la guerra”, y que es una lástima que éstas hayan sido reemplazadas por el masoquismo de compartir en las redes sociales la foto del niño sirio muerto en la playa.



(Lo resaltado en negrita y color no está en el original)

6 de septiembre de 2015

El caos como estrategia del Sistema


"...la ingeniería social es la modificación planificada, sostenible y solapada del comportamiento. Se trata de transformar definitivamente la naturaleza de un ser social, individuo o grupo, y no solamente de manipularlo puntualmente. Para lograr esto, la mayor parte de las veces hay que piratear al ser social en cuestión, es decir, modificarlo sin su consentimiento informado, subliminalmente, solapadamente, de modo que no sea consciente de la transformación..." 

Entrevista de Alain de Benoist a Lucien Cerise

"El sistema nos quiere disolver" 

El caos no es el mayor enemigo de las clases dominantes. El caos se ha convertido en la estrategia privilegiada por el sistema. Esta es la tesis desarrollada por Lucien Cerise, ensayista proveniente de la extrema izquierda y autor de un prestigioso ensayo, Gouverner par le chaos [Gobernar por el caos], que describe la orquestación racional y metódica de esta guerra de todos contra todos.



ALAIN DE BENOIST


Alain de Benoist– Después de los estudios en el dominio de las ciencias sociales, en particular la comunicación y la semiótica, usted publicó en 2010, en Max Milo, un libro que no tenía firma: Gouverner par le chaos (del que una nueva edición debe aparecer estos días). El mismo está consagrado fundamentalmente a la aplicación de una serie de técnicas propias de la “ingeniería social”. ¿Qué entiende usted por eso? ¿Gobernar por el caos es el nuevo nombre del Sistema? ¿Qué lo diferencia de las antiguas teorías de la vigilancia, de Jeremy Bentham a Michel Foucault?

Lucien Cerise– En primer lugar, preciso que yo no inventé nada. La noción de ingeniería social aparece en el siglo XX de la pluma de investigadores anglosajones versados en las ciencias de la gestión (management, marketing, cibernética, sistémica, psicología del comportamiento), para designar un enfoque mecanicista y constructivista de la sociedad, y sobre todo orientado hacia la transformación de algo dado, como en la ingeniería genética, la construcción y las finanzas. Luego, la ingeniería social experimenta un segundo impulso venido de los círculos de la piratería informática en 2002, cuando el famoso hacker Kevin Mitnick le dedica un libro, modificando un poco la noción por la insistencia en el sigilo o la invisibilidad. Yo llego en tercer lugar para hacer la síntesis de las dos oleadas que me precedieron, explicitar la continuidad de la una a la otra y unificar el concepto.
Propongo pues la siguiente definición: la ingeniería social es la modificación planificada, sostenible y solapada del comportamiento. Se trata de transformar definitivamente la naturaleza de un ser social, individuo o grupo, y no solamente de manipularlo puntualmente. Para lograr esto, la mayor parte de las veces hay que piratear al ser social en cuestión, es decir, modificarlo sin su consentimiento informado, subliminalmente, solapadamente, de modo que no sea consciente de la transformación. En efecto, la mayoría de los seres sociales se han adaptado a su medio ambiente como resultado de una evolución lenta y natural. Por lo tanto, no sienten ninguna necesidad de ver sus prácticas y valores modificados artificial y definitivamente desde el exterior por una injerencia exterior. Tan pronto como él siente que se le quiere hacer cambiar a la fuerza y ​​contra su naturaleza, el ser social se pone a la defensiva y su nivel de vigilancia aumenta; para eludir estos mecanismos de autodefensa y engañarlos, se debe pasar por la puerta de atrás, tomar una backdoor,[1] y luego lanzar un anzuelo, hacer un phishing[2] en la jerga informática de la piratería. En todos los casos, el pirata no debe ser visto. La base del hacking es la disociación del par “ver” y “ser visto”. Piratear un cerebro, realizar una infiltración cognitiva, significa que yo veo las ideas a cambiar, pero sin ser visto mientras las veo. Esta estructura asimétrica de la percepción y de la recopilación de información es la del Panóptico estudiado por Bentham y Foucault, cuyas teorías de la vigilancia pueden ser consideradas como proto-teorías de piratería social. Estos autores expusieron bien esta nueva forma de control social ejercido por una instancia que lo ve todo, pero que uno no ve, de tal manera que uno ni siquiera sabe que existe. Esta invisibilidad del poder contemporáneo lo distingue de la figura tradicional del poder patriarcal y fálico que, a contrario, existe en la total visibilidad y en la simetría “ver” y “ser visto”.
Además, la ingeniería social no se limita a la vigilancia solapada y al robo de contenidos, sino que también procede a la transformación furtiva de la naturaleza de aquello que está vigilando. Sin embargo, se constata que la utilización de esta transformación es la mayoría de las veces hostil al ser social pirateado y apunta a su destrucción. ¿Cómo destruir solapadamente? Aumentando las contradicciones internas del sistema atacado mediante la triangulación de un conflicto entre dos de sus partes. Esta es la orquestación racional y metódica de la guerra de todos contra todos, el gobierno por el caos, expresión que encontré para calificar el ambiente general del Sistema.

AdB– El capitalismo globalizado está en el centro de sus comentarios. Desde el siglo XVIII –afirma usted– el capitalismo funciona en el registro de la “destrucción creadora” y de la “demolición controlada”. Hoy es el mayor beneficiario de la manipulación de la opinión pública destinada a lograr el pleno consentimiento de las masas. ¿Para ir dónde?

LC– Lo que anima el capitalismo es una visión del mundo cabalística y numerológica, la gematría[3], donde la totalidad de la existencia puede ser reducida a números. Aquí, la sustancia del mundo es cuantitativa, las matemáticas son el lenguaje de Dios y los valores numéricos superan los valores éticos. Es el gran mercado cósmico, donde todo se vende y se compra, y donde usted es completamente reducible a su cuenta bancaria. Los medios cabalistas neoyorquinos de Wall Street, que Darren Aronofsky pone en escena en su primera película llamada Pi (del número 3,14)[4] estos medios ven una continuidad perfecta entre su mística y el capitalismo financiero más inmundo. Para ellos, la especulación bursátil es una forma de oración. El presidente de Goldman Sachs llegó a decir un día que los banqueros estaban haciendo la obra de Dios. En cuanto a Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), se dedica a “recortes numerológicos” y habla del “Magic 7” en conferencias públicas y en platós de televisión donde también se refiere a un “reset” de la economía mundial, una reinicialización, un reinicio desde cero. Esta asociación del esoterismo y de la robótica también aparece en Norbert Wiener, el matemático fundador de la cibernética, que publicó en 1964 God & Golem, Inc.,[5] con el subtítulo: “Un comentario de ciertos puntos en los que la cibernética choca con la religión”.
La oligarquía capitalista necesita un suplemento de alma, que va a buscar en este espiritualismo numérico que suprime las diferencias cualitativas para dejar subsistir sólo las cuantitativas. La Cábala consiste en adoptar el punto de vista de Dios, es decir, situado antes de las diferencias. Realizar este punto de vista divino en el mundo consiste en destruir el mundo dado y sus diferencias naturales para volver a la “sopa primordial” indiferenciada, al caos informe y primitivo, que es una masa plástica de modelar hecha de cifras. Es entonces lícito reconstruir el mundo sobre nuevas bases y nuevas diferenciaciones. Esta infinita combinación tecno-científica impuso el fórceps, lo que Heidegger llama el Gestell,[6] al que Peter Sloterdijk opuso el Gewächs, concepto ilustrado por el crecimiento de las plantas, proceso lento y discreto, pero natural y equilibrado.

En el mundo del Gestell las formas sólidas se licúan, de forma que el Gestell mezcla sus sustancias y luego las re-solidifica según una nueva síntesis y un nuevo plan. La máxima hermética “Disolver y coagular” resume bien esta gran obra de ingeniería mundial: reiniciar la Creación, hacer un reset ontológico global, recomenzar todo desde cero. Esta destrucción creadora del mundo supone una demolición controlada y racional, a fin de que todo no quede destruido en el proceso. Hay que encontrar la distancia adecuada. Cuando dinamitamos los cimientos de un edificio, se tiene cuidado de no ser dinamitado uno mismo, el principio de la prueba de impacto en el retorno y del cálculo de contragolpe (efecto de retroceso en balística). ¿Por qué la Cábala persigue este programa de tabla rasa global? Porque el dinero no está en el origen del mundo. Por tanto, hay que destruir este mundo cuyo origen no debe nada al Capital para reemplazarlo por un mundo que deberá su origen al Capital. El dinero debe convertirse en el origen del mundo. En tiempos normales la cima del Capital no es la cima de la Creación, debido a que todavía debe someterse a lo Real, o a Dios. Pero después del reinicio global, una nueva jerarquía emerge. El Nuevo Orden Mundial es cuando el dinero lo decide todo, ya que se ha convertido en el origen de todo después de haber destruido el mundo dado naturalmente. De un mundo dado pasamos a un mundo producido. ¿Producido por quién? Por la cima de la pirámide del Capital, que se convierte entonces en la cima de la pirámide de la Creación. El propietario del Capital se vuelve divino, es el productor demiúrgico del mundo. El dinero que maneja el mundo no basta, debe “hacer” el mundo totalmente, crearlo, producirlo desde el origen; por lo tanto definir la sustancia, la esencia, la naturaleza. Cuando absorbemos este pensamiento para comprenderlo desde el interior, se siente que la energía que lo anima es el odio. No hace falta decir que es la ideología más peligrosa de todos los tiempos.

AdB– ¿Cuál es el tipo de hombre que se quiere promover cuando se trata de cambiar el comportamiento humano mediante la producción intencionada de la imprecisión identitaria? ¿La psiquiatría y el psicoanálisis tienen algo que decir sobre esto?

LC– De hecho, no se busca promover un tipo de hombre. Lo que se pretende es el fin de lo humano, por lo tanto lo post-humano, lo transhumano, etc. La imprecisión identitaria viene de que las diferencias son atacadas en favor de una mezcolanza generalizada, un tipo de hiper mestizaje cabalístico que va mucho más allá de razas y culturas. Ninguna diferencia debe existir, como lo estipula la teoría del género para los sexos e, incluso más allá, el anti-especismo y el veganismo, que niegan una diferencia sustancial entre los humanos y las otras especies para prepararnos para el mestizaje entre los seres humanos y los animales, las “quimeras” genéticas que pronto saldrán de los laboratorios. Un paso más allá son los juristas y los abogados (Alain Bensoussan, Anthony Bem) que trabajan sobre el derecho de los robots, para dar personalidad jurídica a las máquinas y abolir así la distinción entre vivos y no vivos. Los identitarios no siempre entienden que la Gran Sustitución[7]no es la de una raza o la de una cultura por otra, sino la de los seres humanos por las máquinas. Por ejemplo, he visto en una página de Facebook expresarse en estos términos a un defensor de la ecología profunda (deep ecology), rama de la ultra-izquierda patrocinada por fundaciones estadounidenses: “El ser humano es tan malo para la naturaleza que tal vez valdría más confiar la gestión de los recursos de la tierra a una inteligencia artificial“. Razonamiento que reproduce “la voz de su amo”, la de la cibernética social de Wiener, que quería confiar la organización de las sociedades humanas a los ordenadores, o la del Club de Roma y sus programas de decrecimiento demográfico.
En este punto largamos las amarras del principio de realidad para entrar en un estadio donde todos los límites han caído, induciendo una interpenetración del interior y del exterior, una confusión entre el Yo y el Otro, así como una imprecisión identitaria global donde las formas fijas desaparecen a favor de flujos numéricos en constante recomposición. Clínicamente, hablamos de un trastorno psicótico que se instala, de un “soplo” crónico y delirante. De hecho, la psiquiatría y el psicoanálisis muestran que la salud mental necesita tener una percepción estable de los límites identitarios, con una clara demarcación del interior –Yo– y del exterior –el Otro–. La fluidez, el estado líquido e incluso gaseoso, no son viables cuando se trata de definir una identidad viva, que escapa a la disolución, la precariedad y el caos. Todo el mundo necesita saber simplemente quién es, lo que requiere una cierta permanencia y fijeza. Si yo soy un hombre, no soy una mujer; si soy el padre, no soy el niño, y viceversa. Este esquema a cuatro espacios distintos articulados por conectores booleanos “y/o” es el complejo de Edipo de Freud y Lacan, es decir, la matriz identitaria universal impuesta por el logos, la cuadrícula lógica, política, legalista y lingüística del Padre, quien nos arranca del ethnos, del mundo carnal, pre-político, fusionado y cambiante de la Madre.

AdB– ¿Podemos decir que la derecha liberal y la izquierda libertaria aspiran, la una y la otra, a promover la entropía? ¿Qué es lo que las aproxima fundamentalmente?

LC– Lo que identifica definitivamente a la derecha liberal y a la izquierda libertaria es que ambas trabajan para abrir los sistemas al máximo hasta su disolución entrópica y su muerte. Para entender bien la política, podemos traducirla en términos de cibernética y sistémica. La división fundadora en estas disciplinas se sitúa entre el sistema abierto y el cerrado. Para mantener su estructura a lo largo del tiempo, un sistema necesita intercambiar información con su entorno, por lo tanto ser abierto, pero también necesita del cierre, pues de lo contrario se disuelve en este entorno. La apertura alimenta, el cierre protege. Es el cierre completo y la apertura total lo que aumenta la entropía de los sistemas. En contraste, el buen equilibrio entre una semi-apertura y un semi-cierre aumenta la negantropía[8]y la organización, lo que es el principio de las “estructuras disipativas” ya observadas por Prigogine en la materia inanimada. Este justo medio en el control y la selección de los flujos entrantes y salientes es la condición para una buena gestión energética y de la información. Así es como un sistema conserva su estructura, su identidad, su forma típica, y perdura. En  geopolítica a esto se le llama las fronteras y los principios westfalianos. En biología es la piel, la membrana epidérmica, necesaria para la integridad del ser vivo. En psicología o en ecología hablamos de límites identitarios y comportamentales que se deben interiorizar para no desarrollar una patología. Hay pues que relanzar la idea de un “cierre positivo”, lo que hará aullar a todos los liberales-libertarios que juran por la apertura completa a los cuatro vientos y nos ordenan abrirnos siempre más al mundo, al Otro, a los gitanos, a las minorías, a los capitales extranjeros, a la competencia… Su táctica es maligna, porque es más fácil destruir un sistema abriéndolo por completo que cerrándolo totalmente. La apertura levanta las defensas del sistema, pero posee una connotación positiva que logra hacer de este debilitamiento algo atractivo, siendo el cierre más difícil de justificar moralmente. Pero debemos quitarnos los complejos sobre estas cuestiones y saber atacar el imperativo mórbido de la apertura total que comparten la derecha liberal y la izquierda libertaria, porque no hay vida sin cierre y proteccionismo en un momento u otro.

AdB– ¿Qué representa a sus ojos Internet? ¿Un nuevo espacio de libertad o un nuevo método de vigilancia encubierta?

LC– Durante una época, yo era completamente refractario a Internet, basándome en una posición neo-ludita un poco primaria. Hoy creo que es salvador. El Pentágono considera Internet como parte del campo de guerra (war domain). Así es como hay que verlo. En efecto, es una herramienta de vigilancia encubierta, pero en ambas direcciones. Los servicios de inteligencia pueden espiarnos, pero, como contrapartida, también nosotros podemos hacerlo, y sin necesidad de que uno sea un genio de la informática. De hecho, con una conexión a Internet y un buen método de búsqueda por palabras clave, cualquiera puede estar mejor informado que un jefe de Estado. El número de informaciones actualmente disponibles en fuentes abiertas es increíble, basta con saber buscar. Importantes operaciones clandestinas, como los ataques terroristas bajo bandera falsa o los golpes de Estado disfrazados de revolución popular (Libia, Siria, Ucrania), que antes engañaban a todo el mundo, hoy son desmontadas en directo. Por ejemplo, un informe de la CIA filtrado por WikiLeaks mostró que el Presidente de Ucrania desde el golpe de Estado, Petro Poroshenko, trabaja para los EE. UU. por lo menos desde 2006 (calificado como insider). Por lo tanto, Internet es un espacio de libertad y de democracia, ya que restablece la simetría de la información entre el poder y el pueblo.

AdB– No sería difícil hacer una interpretación conspiracionista de sus comentarios. Esto plantea el problema de la eficacia real de la ingeniería social, y también el de sus límites. ¿Qué podemos atribuirle con certeza? ¿Qué es lo que se le escapa?

LC– Todas las conspiraciones que salpican la historia del mundo obedecen a los métodos de información [inteligencia] profesionales, que se resumen así: disociación del par ver/ser visto y asimetría de la percepción y de la información. Estos métodos son aplicados en la seguridad de sistemas (vigilancia, piratería), en la inteligencia económica, la guerra cognitiva, las técnicas de influencia, el soft power, la consultoría de gestión, el marketing, los medios de comunicación, la política, etc. Mi lema es “Democratizar la cultura de la información”, porque tan pronto como uno se familiariza con este marco conceptual y sus métodos de trabajo, éstos adquieren relieve en la vida diaria y nos saltan a la vista. Podemos entonces distinguir lo que está pirateado de lo que no lo está y protegernos contra los intentos de infiltración cognitiva (neuro-piratería).
Dos profesores universitarios estadounidenses, Cass Sunstein y Adrian Vermeule R., publicaron en 2008 un artículo tituladoConspiracy Theories : Causes and Cures [“Teorías de la conspiración: causas y soluciones”] en el que recomendaban trabajar la infiltración cognitiva de los medios conspiracionistasa fin de neutralizarlos. Los anticonspiracionistas conspiran por lo tanto ellos mismos, y a veces abiertamente, como H. G. Wells tituló su libro The Open Conspiracy: Blueprints for a World Revolution [“La conspiración abierta: planes detallados para una revolución mundial”]. Las operaciones de infiltración cognitiva de masas mejor documentadas son aquellas que utilizan la sensibilidad identitaria. Desde hace décadas, los grandes servicios de inteligencia anglosajones emplean a antropólogos, etnólogos, sociólogos, psicólogos, historiadores para elaborar culturalmente anzuelos narrativos adaptados a las mitologías identitarias propias de la cultura de los pueblos que quieren piratear y controlar. La ingeniería social es en cierto modo la metodología raíz de la información, que expone cómo piratear un ser social (Ucrania, el Islam) después de haber dibujado el modelo detallado, el blueprint, la maqueta 2D. Podemos por lo tanto atribuir a este método los fenómenos de piratería comportamental, que son legión en nuestro tiempo, pero que no podemos discernir caso por caso, así como los efectos sociales de cosificación inducidos por el trabajo de modelización esquemática de los comportamientos a piratear. Ahí se da forma a lo que escapa a la ingeniería social. Sin esto, tomamos por espontáneos fenómenos y acontecimientos que fueron en realidad orquestados, puestos en escena, provocados; hechos construidos de manera completamente artificial: crisis económicas, guerras, golpes de estado disfrazados de revoluciones… ¿No habló Camille Desmoulins en 1793 de “maquinistas” de la Revolución?

AdB– El sistema –declaró usted– “es todo lo que causa el desorden, la anomia, la entropía. El sistema busca disolvernos y desestructurarnos. Por lo tanto, resistir significa coagular, reestructurar, reordenar“. ¿Puede haber una ingeniería social positiva?

LC– En este momento pienso en una ingeniería social positiva, que abrevio como IS+, para distinguirla de una IS-. En términos de sistémica, es el combate de la homeostasis contra el desequilibrio. Si las palabras clave de la IS- son desorden, anomia, entropía, desestabilización y producción de caos controlado, entonces las de la IS+ serán orden, regulación, negantropía y estabilidad. La negantropía en política, la IS +, se resume en una palabra: “cuidar”. Aquí me dejo inspirar de buena gana por la teoría del cuidado, del inglés to take care, fundada por Carol Gilligan. En mi opinión, todo está aquí en política, en el “cuidado”, particularmente del país en el que se vive, lo que se llama también nacionalismo, soberanismo, patriotismo. De hecho, el individuo es una abstracción en el plano político, sólo los colectivos, las redes, las organizaciones pueden algo. El individuo existe sólo en las relaciones, en los vínculos. La IS- es un trabajo entrópico del vínculo social para disolver. La IS+ es un trabajo negantrópico del vínculo social para coagular. Ahora bien ¿cuál es la buena medida de coagulación del vínculo social? Sin lugar a dudas, la del Estado-nación, que ahora es la forma óptima de organización colectiva anticapitalista.

Entrevista publicada originalmente en la revista Éléments n.º 153 (octubre-diciembre 2014.)
(Traducción de base publicada en: Página Transversal.)
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 Notas
[1] ‘Página trasera’, en informática. (Todas las notas corresponden a la traducción.)
[2]En informática, ‘suplantación de identidad’.
[3]Gematría: método y metátesis (alternación del orden de las letras en una palabra) que depende del hecho de que cada carácter hebreo tiene un valor numérico.
[4]Darren Aranofsky, Pi, fe en el caos,en la edición española.
[5]Dios y Golem, S. A., en su edición española (PDF)
[6]Término de difícil traducción. Una de las mejores es “el arrasamiento”. Sobre el Gestell: Heidegger,La pregunta por la técnica(PDF).
[7]La “Gran Sustitución”, expresión derivada de Le Grand Remplacement, concepto acuñado por el escritor y poeta francés Renaud Camus, una de las voces más escuchadas de la comunidad homosexual en los años 80/90 y políticamente situado en las cercanías del Frente Nacional o más exactamente en la órbita identitaria, en la que ataca la inmigración masiva, fenómeno calificado por él de invasión y colonización. “La Gran Sustitución” hace referencia al proceso de sustitución del pueblo francés (y, en general, europeo) por pueblos de origen no europeo y al cambio de civilización que se deriva de ello, estando todo el proceso impulso con la complicidad de las élites políticas, financieras y mediáticas.
[8]Negantropíao neguentropía, también llamada entropía negativa o sintropía, de un sistema vivo, es la entropía que el sistema exporta para mantener su entropía baja; se encuentra en la intersección de la entropía y la vida. Para compensar el proceso de degradación sistémica a lo largo del tiempo, algunos sistemas abiertos consiguen compensar su entropía natural con aportaciones de subsistemas con los que se relacionan. Si en un sistema cerrado el proceso entrópico no puede detenerse por sí solo, en un sistema abierto, la neguentropía sería una resistencia sustentada en subsistemas vinculados que reequilibran el sistema entrópico.


1 de septiembre de 2015

De este Holocausto no se habla

"Más de la mitad de los cristianos en Siria e Irak ya no están, en el mejor de los casos han huido".


El doble discurso de Occidente frente al exterminio de cristianos en Oriente Medio
Publicado: 31 ago 2015

Mientras que de la mano del papa Francisco América Latina se convierte en el sostén de la Iglesia católica, milenarias comunidades de cristianos en Oriente Medio están siendo exterminadas.

En 2012 surge en Siria el grupo terrorista Al Nusra con el objetivo de derribar el régimen sirio de Bashar al Assad, este se vino a sumar a los rebeldes sirios que ya generaban una especie de guerra civil en la región.

"El surgimiento del Estado Islámico se da en respuesta a la negativa de Vladimir Putin y el papa Francisco a la intervención del G7 en Siria"

En el 2013 nace el Estado Islámico, ISIS en su denominación occidental (un apéndice de Al Qaeda) con el objetivo de involucrar en un conflicto a Siria, Irak e Irán con la intención de provocar un 'choque de civilizaciones' entre el fundamentalismo islámico medio oriental y el cristianismo en Occidente, con la aparente intención de generar el estallido de un conflicto global que le otorgara a Estado Unidos y sus aliados una supremacía en el Medio Oriente.

El líder del Estado Islámico, el 'califa' Abú Bakr al Baghdadi es la ejemplificación de la forma en que se ha estructurado dicho grupo, alimentado por mercenarios con raíces islámicas medio orientales, pero que vivían (nacieron o crecieron) en países europeos como Alemania, España, Francia e Inglaterra, entre otros. La creación del ISIS tiene como finalidad entre otras cosas el exterminio de cristianos y la generación de un conflicto explosivo entre los musulmanes sunitas y los musulmanes chiitas. 

El surgimiento del Estado Islámico se da en respuesta a la negativa de Vladimir Putin y el papa Francisco a la intervención del G7 en Siria, acto que provocaría la bipolarización mundial y el inicio de la 'nueva guerra fría' en la que hoy nos encontramos.

Según información publicada por el exagente de la NSA Edward Snowden, en la creación del Estado Islámico han colaborado el MI6 del Reino Unido, la CIA y otros servicios de inteligencia involucrados en la geopolítica de Oriente Medio. En este contexto, mientras que de la mano del papa Francisco América Latina se convierte en el sostén de la Iglesia católica, milenarias comunidades de cristianos en Oriente Medio están siendo exterminadas.

Los cristianos son asesinados por miles, las condiciones son deplorables, en ciudades enteras como Alepo la gente no tiene luz y pasan cuatro días sin beber agua y hasta 10 días sin probar alimento, las mujeres están siendo violadas en público y utilizadas como moneda de cambio convertidas en esclavas sexuales. Los niños son crucificados, decapitados, torturados y masacrados. Más de la mitad de los cristianos en Siria e Irak ya no están, en el mejor de los casos han huido. Los que logran escapar se están refugiando en la región del Kurdistán en la frontera con Turquía (lugar en el que no son bien acogidos por los kurdos) y la mayoría huye a Líbano donde la población es principalmente cristiana.

"Estados Unidos y aliados al tiempo que alimenta un odio racial y un rechazo hacia el islam no está haciendo nada por ayudar a los cristianos. Las fronteras a los refugiados sirios están cerradas; la ONU y demás organismos internacionales no han enviado ayuda a los campos de refugiados donde médicos, medicamentos y alimentos son de urgente necesidad"

Según los datos del patriarcado greco-melquita de Antioquía, Alejandría y Jerusalén antes del estallido de la revuelta contra Assad los cristianos representaban el 10% de la población. Uno de cada tres vive hoy como desplazado, ha emigrado por la persecución de los grupos armados radicales, o ha perdido la vida.

En Irak hasta el 2013 quedaban 400.000, del más de millón y medio de fieles que había en el momento del derrocamiento de Saddam Husein en 2003. En Basora (sur de Irak) y Mosul, han desaparecido por completo. Hoy se estima que no llegan ni a los 100.000.

El papa Francisco y el presidente Putin son los únicos que han alzado la voz en favor de estos cristianos y han tenido la iniciativa de ayudar. Salvo asociaciones católicas como Cáritas y Ayuda la Iglesia Que Sufre, no se han tomado medidas humanitarias al respecto. "¿Dónde está el mundo?" clamaba el reverendo Fadi Rabbat, líder ortodoxo del Líbano, quien ha sido testigo de la tragedia que ocurre a manos de ISIS en Siria e Irak. "Con gran dolor y consternación, he recibido la noticia de la enésima violencia perpetrada contra cristianos inocentes en Libia", señala Francisco en una misiva enviada al patriarca de la Iglesia ortodoxa de Etiopía Abuna Matthias. Añade el papa: "Sé que vuestra santidad sufre profundamente por las atrocidades de sus amados fieles, asesinados únicamente por el hecho de seguir a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La sangre de nuestros hermanos y hermanas cristianas es un testimonio que grita para hacerse escuchar en todos aquellos que saben distinguir aún entre el bien y el mal".

Occidente maneja un doble discurso, Estados Unidos y aliados al tiempo que alimenta un odio racial y un rechazo hacia el islam no está haciendo nada por ayudar a los cristianos. Las fronteras a los refugiados sirios están cerradas; la ONU y demás organismos internacionales no han enviado ayuda a los campos de refugiados donde médicos, medicamentos y alimentos son de urgente necesidad. En la hipocresía del mundo postmoderno no todas las víctimas tienen el mismo valor.

Yizbeleni Gallardo Bahena,
Politóloga por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estratega, asesora y analista política, especialista en geopolítica.

Fuente: RT