Parece que se enojó Matías Garfunkel, copropietario del diario oficialista Tiempo Argentino.
Así tituló: "Una mente sin escrupulos", su editorial del domingo 25 de noviembre, dedicado a "Herr Fontevecchia" (sic), el director de Perfil, por una nota de Esteban Peicovich publicada en ese diario.
Osó -Esteban Peicovich- cuestionar la política del Primer Ministro de Israel. El título de la misma era "Netanyahu va por más. Está loco" (1), pero tal vez por ser su autor "paisano" de Garfunkel, no se animó a acusarlo de nazi. Derivó entonces la acusación a "Herr Fontevecchia".
"Es impensada la agresión hacia mi pueblo, mi religión y mi historia. Israel es un diminuto país rodeado de enemigos" (sic) (2)
dice en el editorial del diario oficialista, más preocupado por defender al gobierno de Israel que al de Cristina.
De la agresión a "su" pueblo sería muestra la nota de Peicovich que
"da idea de la ideología del medio, la línea editorial que persigue, quienes son sus alidados o con cual embajada se vinculan."
Ahora estaría mal vincularse con alguna embajada. Sin embargo, son muchos los políticos, empresarios, intelectuales, periodistas, etc que se desesperan por conseguir una invitación para la fiesta del 4 de julio que se realiza todos los años en una de ellas.
Prosigue el editorial:
"En medio de las negociaciones sobre los atentados terroristas entre la Argentina e Irán, para que los responsables sean traídos ante la justicia, queda claro cuales son los intereses de la editorial Perfil"
Ahhh ... No era "la Embajada". Era la de Irán la que preocupa al editorialista de Tiempo Argentino, tal vez por sus vinculaciones con "otra" embajada, la que representa a su pueblo, su religión, su historia.
Lo que queda claro, entonces, son los intereses de Tiempo Argentino y del llamado Grupo Veintitrés. (3)
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