(la buena razón de lo que está oculto) Eulogio de Letos
Por Alberto Buela
Ayer asumió por primera vez en doscientos años de historia patria un canciller o ministro de relaciones exteriores de origen judío.
Esto no sería nada pues ya tuvimos cancilleres de los más variados orígenes y de las más diversas ideologías.
Así el último Perón lo tuvo a Vignes que era masón convicto y confeso. Los hubo liberales, conservadores, radicales, peronistas, nacionalistas (casi ninguno, salvo Ruiz Guiñazú), socialistas, pero lo que nunca tuvo la Argentina fue un canciller bicéfalo, con una cabeza en Argentina y otra en Israel como es el caso del hijo de Jacobo Timerman, representante del sionismo más rancio que ha tenido nuestro país.
Recordemos que el actual canciller kirchnerista dirigió el diario vespertino La Tarde allá por 1976 desde donde se preparó el humor de los sectores de poder y opinión para recibir de buen ánimo el golpe cívico militar de 1976 que derrocó al gobierno de origen democrático de Isabel Perón y dio nacimiento a la Dictadura Militar más sangrienta que soportó nuestro país.
A ese golpe de estado su padre Jacobo adhirió vehementemente, según lo muestra con lujo de detalles el libro "Nadie Fue" de Juan "Tata" Yofré.
Luego Jacobo se refugió en Israel y pasó finalmente a vivir en los Estados Unidos en donde un hermanito de Hèctor, regentea una mesa de dinero en Nueva York desde hace cuarenta años.
Es interesante notar que todos los periodistas de origen judío que trabajan en los mass media y que son muchísimos (desde Eliaschev a Leuco, pasando por Tenenbaum, Mauro Viale, Araujo, Feimann, Gelblung, Roitman, Verbisky, Wainfeld, Kolman, Doman, etc.) hicieron mutis por el foro acerca de la condición de sionista del actual canciller, minimizando su designación como una continuidad de la gestión anterior.
¿Y por qué no han hablado de este tema que les compete a todos ellos existencialmente? Porque inconciente o concientemente no desean revelar las motivaciones últimas de tal designación.
Esto es, el enfeudamiento total y absoluto de la política exterior argentina a los intereses del Estado de Israel.
Y así se va profundizar la ruptura diplomática con Irán. Las investigaciones del Inti (Instituto nacional de tecnología industrial) en función de las prioridades israelíes (pacto secreto denunciado por una de las madres de la Amia ).
El asentamiento en la Patagonia de oficiales del ejército israelí en prácticas permanentes. Eliminación del visado para israelíes.
La designación de un judeo argentino como embajador en Estados Unidos (ya se habla de Martín Granosvky) y en otros países de real importancia.
¿Y qué gana el gobierno de Kirchner con la designación de un prosionista como canciller de su gobierno? El apoyo irrestricto del lobby hebreo de Argentina a su política de gobierno. Y, la mordaza periodística que ha puesto en marcha la designación de Timerman, que ya se vio como funciona en estos dos primeros días de gestión.
¿Y cómo termina esto? Termina mal, porque cuando se intente tomar una decisión soberana en política internacional (si es que alguna vez podremos tener alguna) el entramado creado por el sión-imperialismo, desde nuestra propia cancillería, la va hacer imposible.
¿Quién va poder denunciar los crímenes de Israel contra los palestinos? ¿Quién va poder denunciar la estafa internacional y criminal de Lehman Brothers o de Goldman Sachs sobre los pueblos norteamericano y griego? ¿Quién va a poder denunciar a Israel cuando arroje su primera bomba atómica? Nuestro gobierno seguro que no.
Una vez más aparecen las grandes, flagrantes y evidentes contradicciones de los gobiernos autoproclamados progresistas: llenan de derechos a las minorías: matrimonio gay, lenguas aborígenes, retiro de crucifijos y de los símbolos patrios de los lugares públicos, aborto a la carta, cambios de sexo, mutilación de la historia nacional reducida a la memoria de los grupos de de intereses “progresistas”, y como contrapartida: extrañamiento de los pueblos de sí mismos, entrega de la economía a los grupos concentrados transnacionales, entrega de la diplomacia nacional, como en este caso, a otras fuentes de poder, entrega de la universidad a problemas que no son nuestros, entrega de nuestra minería, petróleo, glaciares y bosques a la explotación irrestricta, entrega del idioma nacional en beneficio del inglés.
En definitiva, entrega con pito y cadena al imperialismo internacional de dinero, que todos saben quien es pero que nadie puede nombrar con nombre y apellido, a no ser que quiera comerse un juicio por discriminación.
Vemos que en la raíz está la mentira y los hijos de la mentira. Ya decían nuestros viejos maestros que Satanás es el príncipe de este mundo y sus hijos, aquellos que han optado por “la carnalidad del mundo” los que lo manejan. Claro está, que estos son los planes de los hombres, pero otros son los planes de Dios.
Por Alberto Buela
Ayer asumió por primera vez en doscientos años de historia patria un canciller o ministro de relaciones exteriores de origen judío.
Esto no sería nada pues ya tuvimos cancilleres de los más variados orígenes y de las más diversas ideologías.
Así el último Perón lo tuvo a Vignes que era masón convicto y confeso. Los hubo liberales, conservadores, radicales, peronistas, nacionalistas (casi ninguno, salvo Ruiz Guiñazú), socialistas, pero lo que nunca tuvo la Argentina fue un canciller bicéfalo, con una cabeza en Argentina y otra en Israel como es el caso del hijo de Jacobo Timerman, representante del sionismo más rancio que ha tenido nuestro país.
Recordemos que el actual canciller kirchnerista dirigió el diario vespertino La Tarde allá por 1976 desde donde se preparó el humor de los sectores de poder y opinión para recibir de buen ánimo el golpe cívico militar de 1976 que derrocó al gobierno de origen democrático de Isabel Perón y dio nacimiento a la Dictadura Militar más sangrienta que soportó nuestro país.
A ese golpe de estado su padre Jacobo adhirió vehementemente, según lo muestra con lujo de detalles el libro "Nadie Fue" de Juan "Tata" Yofré.
Luego Jacobo se refugió en Israel y pasó finalmente a vivir en los Estados Unidos en donde un hermanito de Hèctor, regentea una mesa de dinero en Nueva York desde hace cuarenta años.
Es interesante notar que todos los periodistas de origen judío que trabajan en los mass media y que son muchísimos (desde Eliaschev a Leuco, pasando por Tenenbaum, Mauro Viale, Araujo, Feimann, Gelblung, Roitman, Verbisky, Wainfeld, Kolman, Doman, etc.) hicieron mutis por el foro acerca de la condición de sionista del actual canciller, minimizando su designación como una continuidad de la gestión anterior.
¿Y por qué no han hablado de este tema que les compete a todos ellos existencialmente? Porque inconciente o concientemente no desean revelar las motivaciones últimas de tal designación.
Esto es, el enfeudamiento total y absoluto de la política exterior argentina a los intereses del Estado de Israel.
Y así se va profundizar la ruptura diplomática con Irán. Las investigaciones del Inti (Instituto nacional de tecnología industrial) en función de las prioridades israelíes (pacto secreto denunciado por una de las madres de la Amia ).
El asentamiento en la Patagonia de oficiales del ejército israelí en prácticas permanentes. Eliminación del visado para israelíes.
La designación de un judeo argentino como embajador en Estados Unidos (ya se habla de Martín Granosvky) y en otros países de real importancia.
¿Y qué gana el gobierno de Kirchner con la designación de un prosionista como canciller de su gobierno? El apoyo irrestricto del lobby hebreo de Argentina a su política de gobierno. Y, la mordaza periodística que ha puesto en marcha la designación de Timerman, que ya se vio como funciona en estos dos primeros días de gestión.
¿Y cómo termina esto? Termina mal, porque cuando se intente tomar una decisión soberana en política internacional (si es que alguna vez podremos tener alguna) el entramado creado por el sión-imperialismo, desde nuestra propia cancillería, la va hacer imposible.
¿Quién va poder denunciar los crímenes de Israel contra los palestinos? ¿Quién va poder denunciar la estafa internacional y criminal de Lehman Brothers o de Goldman Sachs sobre los pueblos norteamericano y griego? ¿Quién va a poder denunciar a Israel cuando arroje su primera bomba atómica? Nuestro gobierno seguro que no.
Una vez más aparecen las grandes, flagrantes y evidentes contradicciones de los gobiernos autoproclamados progresistas: llenan de derechos a las minorías: matrimonio gay, lenguas aborígenes, retiro de crucifijos y de los símbolos patrios de los lugares públicos, aborto a la carta, cambios de sexo, mutilación de la historia nacional reducida a la memoria de los grupos de de intereses “progresistas”, y como contrapartida: extrañamiento de los pueblos de sí mismos, entrega de la economía a los grupos concentrados transnacionales, entrega de la diplomacia nacional, como en este caso, a otras fuentes de poder, entrega de la universidad a problemas que no son nuestros, entrega de nuestra minería, petróleo, glaciares y bosques a la explotación irrestricta, entrega del idioma nacional en beneficio del inglés.
En definitiva, entrega con pito y cadena al imperialismo internacional de dinero, que todos saben quien es pero que nadie puede nombrar con nombre y apellido, a no ser que quiera comerse un juicio por discriminación.
Vemos que en la raíz está la mentira y los hijos de la mentira. Ya decían nuestros viejos maestros que Satanás es el príncipe de este mundo y sus hijos, aquellos que han optado por “la carnalidad del mundo” los que lo manejan. Claro está, que estos son los planes de los hombres, pero otros son los planes de Dios.
Fuente: SALECONFRITAS.BLOGDIARIO.COM
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