"Ojalá la voluntad de cambio de Obama, que estas elecciones han consagrado, sea más que una promesa y más que una esperanza".Este y muchos otros Ojalás pedía Eduardo Galeano el jueves 6 en Página 12.
Mas realista, Atilio Borón observa el día 9 en el mismo diario que
"Obama recibió un mandato que le exige escuchar otras voces y guiarse por otros intereses, y está desoyendo ese mensaje".Es verdad que estas elecciones -ante la gran crisis financiera que esta vez golpeó fuertemente a los norteamericanos- han provocado en el electorado la necesidad de un cambio, y el candidato triunfante encontró su oportunidad.
Atilio Borón cree que
"solicitar la opinión de Paul Volcker, ex chairman de la Reserva Federal en los años de Reagan; de Warren Buffett, un megaespeculador del casino financiero mundial; o de Lawrence Summers, ex funcionario del Banco Mundial y secretario del Tesoro de Clinton, al igual que Robert Rubin; a Jamie Dimon, actual presidente del Banco de Inversión J. P. Morgan, y Timothy Geithner, ex gerente del FMI y actual presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York"no es el camino más adecuado para lograr este cambio, ya que:
¿Un nuevo Tío Tom?
Página 12. 9/11/2008
"Todos estos personajes integran el núcleo fundamental del capital financiero y son responsables directos del estallido de la crisis que hoy agobia a la economía mundial y que –no es un dato menor– ha servido para concentrar aún más el poder que detentaban los más agresivos conglomerados del capital especulativo a escala mundial."Son precisamente los sectores financieros que produjeron la crisis, y que gracias a ella pudieron acrecentar aún más su poder, los que buscan y van a ser los beneficiarios de ese cambio. La crisis que "estalló" es el pretexto para que los pueblos lo pidan y lo acepten y que sólo será un paso más en el camino a lla globalización: el Nuevo Orden Mundial de la Usura Internacional. Es el cambio de los "petroleros" por los "banqueros:
"...Hoy los relojes de la Casa Blanca marcan una alternancia: Se va el lobby sionista "conservador" (la "derecha" del Imperio), y retorna el lobby sionista "liberal" (la "izquierda" del Imperio). Se va la "derecha militarista" y regresa la "izquierda" (liberal) política-económica imperial. Ambas fichan en Wall Street, la Reserva Federal y el complejo militar industrial. Ambas invaden países, conquistan mercados y someten gobiernos con dinero y corrupción. Ambas imponen la "democracia planetaria" a punta de pistola. Ambas son el Imperio, pero lucen discursos diferentes. Se van los "petroleros" y retornan los "bancarios". Se va Bush, y llega Obama, un "blanquinegro" que vive junto a la aristocracia sionista financiera en una mansión de Manhattan..."El escritor norteamericano Webster Tarpley, autor del libro Obama, the Postmodern Coup, The Making of the Manchurian Candidate, realizó un interesante análisis acerca del entorno del entonces candidato demócrata:
La hora del lobby judío "liberal": Obama arma su equipo con Bill Clinton como "gurú".
"Entre los que se mueven detrás de Obama se encuentra Joseph S. Nye, quien representa al Grupo Bilderberg y es Director para América del Norte de la Comisión Trilateral, y Brzezisnki, que forma parte de la misma. El primero ha escrito libros sobre el soft power, que es de lo que habla Obama. Ellos afirman que no se necesitan invasiones militares, sino subversión ideológica, guerras culturales y diplomacia; que lo que se necesita es dividir al enemigo para conquistarlo. Otros que lo apoyan, desde estas mismas posiciones son la Ford Foundation, el Council of Foreign Relations, y la llamada Escuela Económica de Chicago".El "soft power" (o la "democracia líquida"), que predican instituciones globalistas como la Ford Foundation, el CSIS (*) o el Open Society Institute de Soros serán presentados como la "democracia" y el "cambio" que piden los pueblos y Obama vendrá a satisfacer.
Obama o las suaves maneras del contraataque .
(*) El CSIS (Center for Strategic & International Studies), del que nuestra Ministra de Defensa Nilda Garré fue miembro, es un think tank de Washington, del cual son también consejeros Brzerzinski, Carla Hill, Henry Kisssinger, James R. Schlessinger, Sam Nunn y Richard Fairbanks, mientras que Richard Armitage, quien fuera el segundo de Colin Powell, y Joseph S. Nye forman parte de su Junta de Gobernadores.
El CSIS se caracteriza por abogar por el regreso a una política exterior realista, o lo que es lo mismo, a una política imperialista que guarde ciertas formalidades y no abuse de su fuerza militar, pues la guerra no sólo es costosa, sino también mala para las relaciones públicas y la prensa.
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