26 de julio de 2025

Inglaterra y el orígen del Fundamentalismo Islámico.


"La dialéctica de la Guerra Fría:  Capitalismo vs. comunismo, liberalismo vs. marxismo, Occidente vs. Oriente, etc. son categorías que el Poder Mundial ha dejado de lado y, en cambio está desarrollando un nuevo paradigma dialéctico basado en el "Choque de las Civiizaciones". Para que este funcione, debe ser creible para la "tesis" (Occidente liberal-democrático) la amenaza y peligrosidad de la "antítesis" (Islamismo fundamentalista-terrorista), de modo que se genere la situación de antagonismo, de contradicción o de confrontación deseada. Si existe, se la profundiza; si no existe, se la creará".

(Santiago R.Alonso, en Patria Argentina 234, Junio de 2007)


Los globalizadores y el terrorismo islámico

Por David Livingstone





Siguiendo los mandatos de la dialéctica hegeliana, los globalizadores crearon dos fuerzas antagónicas: una "occidental liberal-democrática" en frentada al "Terrorismo" o "Islám político", a fin de obligarnos a aceptar su alternativa final: El Nuevo Orden Mundial.


El Occidente y el Islám han tenido una larga era de compatibilidad, aunque esta historia ha sido negada con la finalidad de promover el mito del "Choque de Civilizaciones". A fin de exacerbar los sentimientos de Occidente contra el Islam, se nos desvió la atención sobre el espectro del Wahhabismo fanático y, mas específicamente, en su mas notorio exponente, Osama Bin Laden.


Sin embargo,según lo muestra Meter Godgame en su excelente artículo: "Los Globalizadores y los Islamitas", los globalizadores tuvieron algo que ver en la formación y financiamiento de todas las organizaciones terroristas del Siglo XX, incluyendo a la Hermandad Musulmana de Egipto, el Hamas de Palestina y el Mujaidin Afgano. No obstante, la historia de su duplicidad data de mucho tiempo antes, del Siglo XVIII, cuando los masones británicos crearon el Wahhabi de Arabia Saudita para promover sus objetivos imperiales..


En un escrito turco, Mir'at al Haramair, de Ayyub Sabri Pasha (1933-1938), se menciona el hecho de que un espía británico de nombre Hempher, fue el responsable de idear los principios extremistas del Wahhabismo.La política británica en las colonias, con frecuencia, implicaba la creación de sectas desviadas respecto a las creencias tradicionales, on el objetivo de "Dividir y Conquistar", como fue el caso de la secta islámica Amadilla de India, durante el Siglo XIX.


Los detalles de esta conspiración se especifican en un documento poco conocido "The Memoirs of Mr. Hempher" (Las Memorias de Mr. Hempher), que fue publicado en fascículos en el diario alemán Spiegel, y luego en un importante diario francés. Un doctor libanés tradujo el documento al árabe y de allí fue traducido al inglés y otras lenguas.


El documento es un informe de primera mano que realiza Hempher sobre la misión que le había asignado el gobierno, quien lo envió a Medio Oriente para que escubriera la manera de socavar al Imperio Otomano. Entre los vicios que los británicos irían a promover se encontraban el racismo y el nacionalismo, el alcohol, el juego, la fornicación y la tentación a que las mujeres musulmanas se descubrieran.


No obstante, lo mas importante fue  la estrategia de "insertar herejías en los principios del credo musulmán y luego criticar al Islám por ser la religión del terrorismo". Para lograr estos propósitos, Hempher localizó a un individuo particularmente corrupto llamado Mohammed Ibn Abdul Wahhab.


A fin de comprender la marca de fanatismo  que inculcó el Wahhabismo es necesario, en primer lugar, reconocer que el Islám hizo un llamamiento a todos los musulmanes, sin tener en cuenta raza o nacionalidad, para que se consideraran hermanos en la fe. La muerte de otro musulmán estaba estrictamente prohibida.


A pesar de aquello, como parte de la estrategia de Dividir y Conquistar, los británicos tenían la esperanza de enfrentar a los musulmanes árabes contra sus hermanos turcos. La única manera de lograrlo era buscar alguna laguna en la ley islámica por la que los árabes podían declarar apóstatas a los turcos.


Abdul Wahhab fue el instrumento que usaron los británicos para insinuar esa vil idea a los musulmanes de la Península Arábiga. Básicamente Wahhab concibió la idea de que, simplemente por el acto trivial de ofrecer oraciones a los santos, sus hermanos turos habían perdido la fe y que, por lo tanto, estaba permitido matar a todo aquel que se negara a adherirse a la reforma y a esclavizar a sus mujeres y niños. Pero ésto inlcluyó la totalidad del mundo musulmán, excepto a la pequeña banda de sus seguidores equivocados.


Sin embargo, el movimiento Wahhabi habría sido insignificante de no haber sido por la lealtad de la familia saudita, quienes, a pesar de clamar lo contrario eran descendientes de mercaderes judíos de Irak. Los juristas islámicos ortodoxos de la época, señalaron a los wahhabitas como heréticos y los condenaron por su fanatismo e intolerancia. No obstante, los wahhabís demostraron luego el desprecio de su fe fingida, matando indiscriminadamente tanto a musulmanes como a los que no lo eran. Los Wahhabis, entonces, comenzaron a destrozar todas las tumbas sagradas y los cementerios. Robaron el tesoro del Profeta, que incluía libros sagrados, obras de arte e innumerables e invaluables obsequios que habían sido enviados a la ciudad durante los mil años previos. El cuero y las encuadernaciones doradas de los libros sagrados islámios que habían destruido, los usaron para hacer sandalias que usarían los criminales wahhabis.


El Sultán Otomano había puesto fin a la pŕimera rebelión en 1818, pero la secta renació bajo el régimen del Saudita Faysal I.  El movimiento fue de algún modo restaurado  hasta que una vez más fue destruido en el Siglo XIX.


Luego de la Primera Guerra Mundial, las antiguas regiones del Imperio Otomano se dividieron en varios regímenes títeres. A fin de socavar la autoridad otomana en la región, se recompensó debidamente a Ibn Saud con la creación del reino de Arabia Saudita en el año 1932, en 1933 los saudias orotrgaron concesiones de Petróleo a la California Arabian Standard Oil Company (CASOC), filial de Standard Oil de California (SOCAL, hoy en día Chevron), dirigida por el agente de Rothschildy cabeza de las familias Iluministas (en EE.UU): Rockefeller. Desde ese momento Arabia Saudita ha sido la aliada mas importante de Occidente en Medio Oriente, no sólo al proveerle libre acceso a todas sus reservas de petróleo, sino que también atenuando la agresión árabe contra Israel. Debido a la hipocresía evidente del régimen, fue necesario reprimir la sbsiguiente disconformidad haciendo uso de la brutalidad. Otro aspecto importante fue el de prohibir a los expertos hablar de "política", es decir, criticar al régimen.


En "Las Dos Caras del Islam" (The two faces of Islam), Stephen Schwartz escribe: Sus inclinaciones los llevaban a frecuentar tabernas, casinos, burdeles... Compraron flotas de automóviles, jet privados y yates del tamaño de buques de guerra. Inviertieron en costosas obras de arte occidentales, que no sabían apreciar o que no les gustaban, las cuales en ocasiones ofendían la sensibilidad de los clérigos wahhabis. Gastaban según sus deseos, convirtiéndose en los clientes de la esclavitud sexual internacional y de la explotación de niños".


El resultado fue que, a fin de mostrar de todos modos su adherencia al Islam, el régimen Saudita y sus títeres eruditos, desarrollaron una versión del Islam que enfatiza los detalles ceremoniosos de la religión, a costa de ayudar a entender realidades políticas más amplias. Sus maneras han estimulado una interpretación literal de la Ley Islámica, permitiendo a aquellos semejantes a Bin Laden a explotar el Corán para justificar la matanza de inocentes.


Finalmente, la abundancia de petrodólares financiados por Rothschilden las arcas de la familia saudita les permitió realizar la propaganda de su versión bastarda del Islam en otras partes del mundo, especialmente en Norteamérica, donde supuestamente subsidian hasta un 80 % de las mezquitas que se encuentran en ese país, una versión del Islam que sustituye la conciencia política por la insistencia dogmática en el fanatismo ritualista.


En el año 1999 el rey Fahd de Arabia Saudita asistió a la reunión Bilderberg, probablemente para discutir su rol en la promoción de los intereses del gobierno mundial, junto con otras lumbreras como Yasser Arafat y el Papa. Evidentemente la familia Saudita es parte del engañoso plan de la red iluminista. Su complicidad en la acumulación de petrodólares ha entrado en el financiamiento del terrorismo global, desde Afganistán a Bosnia, meramente con el fin de fomentar la necesaria animosidad del mundo contra el Islam.


21 de julio de 2025

LIMPIEZA ETNICA EN PALESTINA.

 Lebensraum, limpieza étnica, apartheid, genocidio.

La política del estado sionista desde hace 80 años.

El sionismo es el nazismo de hoy.





"...Israel no necesita declarar nada. Ya ha ocupado más del 60% de Cisjordania, destruyendo sistemáticamente infraestructuras palestinas y legalizando, paso a paso, los robos de tierra. En mayo de 2025, el gobierno israelí aprobó la creación de 22 nuevos asentamientos ilegales..."


ANEXIÓN SIN BANDERAS: CÓMO ISRAEL BORRA PALESTINA CON LA AYUDA DE OCCIDENTE

Javier Ferrro

en Spanish Revolution


La solución de los dos Estados ha sido durante décadas el opio diplomático que Europa y Estados Unidos ofrecían para calmar conciencias. Pero la realidad sobre el terreno ha seguido un rumbo opuesto: asentamientos ilegales, carreteras segregadas, checkpoints como cuchillas y una arquitectura de apartheid que expulsa, segrega y mata. La colonización no ha sido un error de Netanyahu, sino la hoja de ruta del Estado sionista desde su fundación.

Israel no necesita declarar nada. Ya ha ocupado más del 60% de Cisjordania (Área C), destruyendo sistemáticamente infraestructuras palestinas y legalizando, paso a paso, los robos de tierra. En mayo de 2025, el gobierno israelí aprobó la creación de 22 nuevos asentamientos ilegales. En paralelo, avanza el plan E1, que busca cortar Jerusalén Este del resto del territorio palestino y expulsar a comunidades como Khan al-Ahmar. Todo sin disparar un solo titular internacional.


Los soldados israelíes no están combatiendo, están ejecutando una limpieza étnica lenta, eficaz y metódica. Ya son más de 40.000 las personas desplazadas de sus campos de refugiados en los últimos meses, mientras se redoblan redadas, arrestos masivos y bloqueos a pueblos enteros. En junio, aprovechando la ofensiva contra Irán, Tel Aviv endureció aún más el cerco en Cisjordania. La guerra fuera, el asedio dentro.

Pero esto no es nuevo. Desde Oslo en 1993, Israel ha usado cada “acuerdo de paz” como cobertura para profundizar la ocupación. La Autoridad Palestina no gobierna, gestiona escombros. No representa un Estado, sino una coartada.


La decisión del gabinete israelí de iniciar el registro masivo de tierras en Área C no es solo burocracia. Es el paso final para transformar lo robado en propiedad reconocida. La legalización de los puestos de colonos es la forma moderna de imprimir escrituras sobre la sangre.

JORDANIA EN LA DIANA: EL NUEVO FRENTE DEL PROYECTO COLONIAL


Lo que se perfila ahora no es solo la desaparición de Palestina, sino el redireccionamiento de su causa hacia Jordania. Lo llaman “confederación”, “solución regional” o “plan de transición”, pero el fondo es el mismo: enterrar la soberanía palestina bajo el polvo diplomático y delegar su gestión en Amán.


Más de la mitad de la población jordana es de origen palestino. Transformar el reino hachemita en un Estado tapón no solo violaría el derecho internacional: provocaría una crisis interna de proporciones incalculables y convertiría a Jordania en el vertedero demográfico de la limpieza israelí.

Los gobiernos israelíes, desde los años 70, han coqueteado con la idea de que “Jordania es Palestina”. Ahora la propuesta toma forma bajo las sonrisas de la Casa Blanca. Trump, que ya ha dicho que se encargará de Gaza “como un proyecto”, y que no respalda la solución de dos Estados, lidera un bloque que prefiere las excavadoras a los tratados.


El objetivo no es resolver, sino deslocalizar. Transferir el problema, descargar la culpa, absorber a la población expulsada y mantener la apariencia de estabilidad. Es el plan de siempre, envuelto en papel diplomático. Y como siempre, habrá tecnócratas europeos para firmarlo, cámaras para cubrirlo y portadas para celebrarlo.


Israel no quiere paz. Quiere administrar el conflicto y externalizar la responsabilidad. Lo que se cocina no es un Estado palestino ni una solución intermedia, sino una transferencia colonial de funciones: que otro se encargue del pueblo que ellos han decidido borrar.


Y mientras tanto, el gobierno jordano calla. Sus declaraciones son fórmulas diplomáticas vacías, sin amenaza ni músculo. Mientras se desploman los pilares de Oslo, mientras el mapa se redibuja sin Palestina, Amán sigue aferrada al tratado de paz como quien se aferra a un papel quemado en mitad del incendio.


La solución de dos Estados no ha fracasado: ha sido asesinada con excavadoras y blindados, mientras Occidente miraba para otro lado.

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5 de julio de 2025

Israel. INICIO LEGAL DEL GENOCIDIO

 


EL DÍA EN EL QUE EL GENOCIDIO COMENZÓ CON UNA LEY

5 de julio de 1950


Ese día, el Parlamento israelí aprobó la Ley del Retorno.

Una ley simple:

“Todo judío tiene derecho a venir a este país como inmigrante.”


Pero el infierno, ya lo dijo alguien, está empedrado de buenas intenciones.

Porque mientras Israel abría sus puertas a cualquier judío del mundo —hubiera nacido en Varsovia, Brooklyn o Buenos Aires—, las cerraba con candado a quienes habían nacido y vivido en Palestina durante generaciones.

Más de 700.000 palestinos y palestinas, expulsadas en 1948 durante la Nakba, seguían en campos de refugiados.

Desposeídas, desarraigadas, dispersadas.

Esperaban regresar. Tenían el derecho reconocido por la Resolución 194 de la ONU.

Pero ese derecho no valía nada frente al nuevo dogma fundacional:

una etnocracia construida sobre ruinas ajenas.


La Ley del Retorno no fue una política de acogida.

Fue una política de exclusión.

Un marco jurídico para convertir la limpieza étnica en norma.

Para legalizar lo que ya había comenzado con la expulsión, el saqueo y la demolición de más de 400 pueblos palestinos.


El sionismo lo llamó “retorno”.

Pero no era un retorno. Era una colonización con papeles.

Y los desplazados de verdad —las mujeres que parieron en la huida, los campesinos que enterraron a sus muertos en el camino—

aún siguen esperando.


Lo llaman democracia, pero es una maquinaria de privilegio.

Un sistema donde la nacionalidad se hereda según sangre, no según tierra.

Donde tu religión decide si puedes volver a tu casa... o morir en el exilio.


Hoy, 75 años después, esa ley sigue vigente.

Mientras los palestinos siguen en Gaza, en Líbano, en Jordania, en el exilio.

Y el mundo, una vez más, mira a otro lado.


Porque el genocidio no empieza con bombas.

Empieza con leyes.

Leyes como la del 5 de julio de 1950


Fuente: Spanish Revolution

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1 de julio de 2025

EL FALLO SOBRE YPF Y LAS IMPUTACIONES A KICILLOF


Como de costumbre, un fallo contra el país es festejado por los cipayos, que aprovechan, además, para atacar a un dirigente opositor.


Alejandro Olmos Gaona

30-6-2025


EL FALLO SOBRE YPF Y LAS IMPUTACIONES A KICILLOF


Con motivo del disparatado fallo de la juez Loretta Preska, que ordenara entregar las acciones de YPF al fondo Burford, que se vio beneficiado con otra sentencia absurda en contra del Estado, toda la jauría mediática y los que abominan del peronismo se lanzaron contra Kicillof, supuesto autor de la expropiación del 51% de las acciones de YPF. En la Argentina de hoy siempre es bueno recurrir a cualquier extremo para demonizar a una figura política a la que se quiere destruir, y no se trepida en mentir, alterar los hechos, falsear los textos legales, y dedicarse a interpretaciones sofisticas que no resisten un análisis serio. No voy a aburrir a mis amigos con largas disquisiciones jurídicas que las dejo para una nota que estoy escribiendo, pero me interesa sintetizar lo relevante del tema.


El Artículo 17 de la Constitución Nacional establece que "la propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada". Este precepto consagra la protección del derecho de propiedad como un pilar fundamental del orden constitucional argentino, permitiendo su limitación únicamente bajo condiciones estrictas: una ley que declare la utilidad pública y una indemnización previa al titular del bien expropiado.


La expropiación, como mecanismo excepcional, implica una transferencia coactiva de la propiedad privada al Estado, justificada por un interés público superior. En este sentido, la Constitución establece un marco normativo de rango supremo que regula este procedimiento, prevaleciendo sobre cualquier normativa inferior, incluidos los estatutos de sociedades privadas o con participación estatal, como es el caso de YPF. Aquí se omiten las disposiciones del texto constitucional para criticar a Kicillof, que si hizo algunas declaraciones desafortunadas en su momento, pero que de ninguna manera tienen relvancia en la cuestión legal.


El Estatuto de YPF, como norma interna de una sociedad anónima, regula las relaciones entre los accionistas y la compañía, incluyendo disposiciones sobre la oferta pública de acciones. En particular, el Estatuto establece que, en caso de una oferta pública, no se puede privilegiar a unos accionistas sobre otros, garantizando un trato igualitario en la adquisición de acciones. Esta disposición tiene como objetivo proteger los derechos de los accionistas en un contexto de mercado, donde las transacciones se realizan de manera voluntaria y en igualdad de condiciones. Pero en este caso no existió oferta ninguna y si expropiación que es un procedimiento distinto.


La  normativa especificada en el estatuto de YPF resulta inaplicable en un escenario de expropiación, ya que este proceso no constituyó una oferta pública de acciones. La expropiación fue un acto administrativo unilateral del Estado, fundamentado en una ley de utilidad pública, que no se rige por las reglas de mercado ni por los principios de igualdad entre accionistas establecidos en el Estatuto de YPF. Por el contrario, la expropiación se encuentra regulada exclusivamente por el marco constitucional y la Ley de Expropiaciones (Ley 21.499), que establecen los requisitos y procedimientos para su ejecución.


La jerarquía normativa en el ordenamiento jurídico argentino es clara: la Constitución Nacional se encuentra en el vértice de la pirámide normativa, y todas las leyes, decretos y regulaciones, incluidos los estatutos societarios, deben ajustarse a sus disposiciones. En este sentido, el Artículo 17 de la Constitución Nacional tiene preeminencia absoluta sobre el Estatuto de YPF, que es una norma de naturaleza privada y subordinada.


En el caso de una expropiación, como la realizada sobre las acciones de YPF (por ejemplo, la expropiación dispuesta por la Ley 26.741 en 2012), el Estado actuó en ejercicio de su potestad soberana, declarando la utilidad pública y procediendo a la transferencia coactiva de las acciones. Este proceso no se asimila a una oferta pública de acciones, ya que no implicaba una negociación voluntaria ni un acuerdo entre partes, sino una decisión estatal basada en el interés público. Por lo tanto, las disposiciones del Estatuto de YPF que regulan las ofertas públicas no resultan aplicables, ya que carecen de competencia en un contexto de expropiación.


La inaplicabilidad del Estatuto de YPF en un caso de expropiación no implica una violación de los derechos de los accionistas. Por el contrario, el Artículo 17 garantiza que los accionistas afectados reciban una indemnización justa y previa, conforme a lo dispuesto por la Ley de Expropiaciones. Este mecanismo asegura que el derecho de propiedad, aunque limitado por la expropiación, sea protegido mediante una compensación adecuada, determinada por tasación judicial si no hay acuerdo entre las partes.


Además, la expropiación de acciones de YPF, como ocurrió en el caso de la Ley 26.741, tuvo como fundamento la recuperación de la soberanía hidrocarburífera, declarada de interés público por el Congreso Nacional. Esta declaración de utilidad pública, respaldada por una ley formal, cumple con los requisitos constitucionales del Artículo 17, reforzando la legitimidad del procedimiento y su prioridad sobre cualquier disposición estatutaria.


Finalmente los restantes accionistas de YPF, no han sido perjudicado de manera alguna, porque sus acciones siguen teniendo el mismo valor que tenían, porque la empresa no solo sigue funcionando adecuadamente, sino que se recuperó de la depredación de la que fue objeto por parte de Repsol. Y llama sugestivamente la atención que solo el grupo de la familia Ezkenazi, haya realizado operaciones nada transparentes para vender su derechos a Burford, y que estos protesten, cuando nada hicieron los restantes accionistas que tienen el 24 % del capital societario. Está muy claro el objeto de la maniobra de ese fondo buitre y de los Ezkenazi, pero resulta lamentable, que el periodismo en su mayor parte se aproveche de ese fallo para cuestionar al gobernador Kicillof. Parece que ante la inminencia de las elecciones y todo lo que está pasando cualquier falsedad es buena para deslegitimar a un dirigente político.


Buenos Aires, 30 de junio de 2025

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