"La dialéctica de la Guerra Fría: Capitalismo vs. comunismo, liberalismo vs. marxismo, Occidente vs. Oriente, etc. son categorías que el Poder Mundial ha dejado de lado y, en cambio está desarrollando un nuevo paradigma dialéctico basado en el "Choque de las Civiizaciones". Para que este funcione, debe ser creible para la "tesis" (Occidente liberal-democrático) la amenaza y peligrosidad de la "antítesis" (Islamismo fundamentalista-terrorista), de modo que se genere la situación de antagonismo, de contradicción o de confrontación deseada. Si existe, se la profundiza; si no existe, se la creará".
(Santiago R.Alonso, en Patria Argentina 234, Junio de 2007)
Los globalizadores y el terrorismo islámico
Por David Livingstone
Siguiendo los mandatos de la dialéctica hegeliana, los globalizadores crearon dos fuerzas antagónicas: una "occidental liberal-democrática" en frentada al "Terrorismo" o "Islám político", a fin de obligarnos a aceptar su alternativa final: El Nuevo Orden Mundial.
El Occidente y el Islám han tenido una larga era de compatibilidad, aunque esta historia ha sido negada con la finalidad de promover el mito del "Choque de Civilizaciones". A fin de exacerbar los sentimientos de Occidente contra el Islam, se nos desvió la atención sobre el espectro del Wahhabismo fanático y, mas específicamente, en su mas notorio exponente, Osama Bin Laden.
Sin embargo,según lo muestra Meter Godgame en su excelente artículo: "Los Globalizadores y los Islamitas", los globalizadores tuvieron algo que ver en la formación y financiamiento de todas las organizaciones terroristas del Siglo XX, incluyendo a la Hermandad Musulmana de Egipto, el Hamas de Palestina y el Mujaidin Afgano. No obstante, la historia de su duplicidad data de mucho tiempo antes, del Siglo XVIII, cuando los masones británicos crearon el Wahhabi de Arabia Saudita para promover sus objetivos imperiales..
En un escrito turco, Mir'at al Haramair, de Ayyub Sabri Pasha (1933-1938), se menciona el hecho de que un espía británico de nombre Hempher, fue el responsable de idear los principios extremistas del Wahhabismo.La política británica en las colonias, con frecuencia, implicaba la creación de sectas desviadas respecto a las creencias tradicionales, on el objetivo de "Dividir y Conquistar", como fue el caso de la secta islámica Amadilla de India, durante el Siglo XIX.
Los detalles de esta conspiración se especifican en un documento poco conocido "The Memoirs of Mr. Hempher" (Las Memorias de Mr. Hempher), que fue publicado en fascículos en el diario alemán Spiegel, y luego en un importante diario francés. Un doctor libanés tradujo el documento al árabe y de allí fue traducido al inglés y otras lenguas.
El documento es un informe de primera mano que realiza Hempher sobre la misión que le había asignado el gobierno, quien lo envió a Medio Oriente para que escubriera la manera de socavar al Imperio Otomano. Entre los vicios que los británicos irían a promover se encontraban el racismo y el nacionalismo, el alcohol, el juego, la fornicación y la tentación a que las mujeres musulmanas se descubrieran.
No obstante, lo mas importante fue la estrategia de "insertar herejías en los principios del credo musulmán y luego criticar al Islám por ser la religión del terrorismo". Para lograr estos propósitos, Hempher localizó a un individuo particularmente corrupto llamado Mohammed Ibn Abdul Wahhab.
A fin de comprender la marca de fanatismo que inculcó el Wahhabismo es necesario, en primer lugar, reconocer que el Islám hizo un llamamiento a todos los musulmanes, sin tener en cuenta raza o nacionalidad, para que se consideraran hermanos en la fe. La muerte de otro musulmán estaba estrictamente prohibida.
A pesar de aquello, como parte de la estrategia de Dividir y Conquistar, los británicos tenían la esperanza de enfrentar a los musulmanes árabes contra sus hermanos turcos. La única manera de lograrlo era buscar alguna laguna en la ley islámica por la que los árabes podían declarar apóstatas a los turcos.
Abdul Wahhab fue el instrumento que usaron los británicos para insinuar esa vil idea a los musulmanes de la Península Arábiga. Básicamente Wahhab concibió la idea de que, simplemente por el acto trivial de ofrecer oraciones a los santos, sus hermanos turos habían perdido la fe y que, por lo tanto, estaba permitido matar a todo aquel que se negara a adherirse a la reforma y a esclavizar a sus mujeres y niños. Pero ésto inlcluyó la totalidad del mundo musulmán, excepto a la pequeña banda de sus seguidores equivocados.
Sin embargo, el movimiento Wahhabi habría sido insignificante de no haber sido por la lealtad de la familia saudita, quienes, a pesar de clamar lo contrario eran descendientes de mercaderes judíos de Irak. Los juristas islámicos ortodoxos de la época, señalaron a los wahhabitas como heréticos y los condenaron por su fanatismo e intolerancia. No obstante, los wahhabís demostraron luego el desprecio de su fe fingida, matando indiscriminadamente tanto a musulmanes como a los que no lo eran. Los Wahhabis, entonces, comenzaron a destrozar todas las tumbas sagradas y los cementerios. Robaron el tesoro del Profeta, que incluía libros sagrados, obras de arte e innumerables e invaluables obsequios que habían sido enviados a la ciudad durante los mil años previos. El cuero y las encuadernaciones doradas de los libros sagrados islámios que habían destruido, los usaron para hacer sandalias que usarían los criminales wahhabis.
El Sultán Otomano había puesto fin a la pŕimera rebelión en 1818, pero la secta renació bajo el régimen del Saudita Faysal I. El movimiento fue de algún modo restaurado hasta que una vez más fue destruido en el Siglo XIX.
Luego de la Primera Guerra Mundial, las antiguas regiones del Imperio Otomano se dividieron en varios regímenes títeres. A fin de socavar la autoridad otomana en la región, se recompensó debidamente a Ibn Saud con la creación del reino de Arabia Saudita en el año 1932, en 1933 los saudias orotrgaron concesiones de Petróleo a la California Arabian Standard Oil Company (CASOC), filial de Standard Oil de California (SOCAL, hoy en día Chevron), dirigida por el agente de Rothschildy cabeza de las familias Iluministas (en EE.UU): Rockefeller. Desde ese momento Arabia Saudita ha sido la aliada mas importante de Occidente en Medio Oriente, no sólo al proveerle libre acceso a todas sus reservas de petróleo, sino que también atenuando la agresión árabe contra Israel. Debido a la hipocresía evidente del régimen, fue necesario reprimir la sbsiguiente disconformidad haciendo uso de la brutalidad. Otro aspecto importante fue el de prohibir a los expertos hablar de "política", es decir, criticar al régimen.
En "Las Dos Caras del Islam" (The two faces of Islam), Stephen Schwartz escribe: Sus inclinaciones los llevaban a frecuentar tabernas, casinos, burdeles... Compraron flotas de automóviles, jet privados y yates del tamaño de buques de guerra. Inviertieron en costosas obras de arte occidentales, que no sabían apreciar o que no les gustaban, las cuales en ocasiones ofendían la sensibilidad de los clérigos wahhabis. Gastaban según sus deseos, convirtiéndose en los clientes de la esclavitud sexual internacional y de la explotación de niños".
El resultado fue que, a fin de mostrar de todos modos su adherencia al Islam, el régimen Saudita y sus títeres eruditos, desarrollaron una versión del Islam que enfatiza los detalles ceremoniosos de la religión, a costa de ayudar a entender realidades políticas más amplias. Sus maneras han estimulado una interpretación literal de la Ley Islámica, permitiendo a aquellos semejantes a Bin Laden a explotar el Corán para justificar la matanza de inocentes.
Finalmente, la abundancia de petrodólares financiados por Rothschilden las arcas de la familia saudita les permitió realizar la propaganda de su versión bastarda del Islam en otras partes del mundo, especialmente en Norteamérica, donde supuestamente subsidian hasta un 80 % de las mezquitas que se encuentran en ese país, una versión del Islam que sustituye la conciencia política por la insistencia dogmática en el fanatismo ritualista.
En el año 1999 el rey Fahd de Arabia Saudita asistió a la reunión Bilderberg, probablemente para discutir su rol en la promoción de los intereses del gobierno mundial, junto con otras lumbreras como Yasser Arafat y el Papa. Evidentemente la familia Saudita es parte del engañoso plan de la red iluminista. Su complicidad en la acumulación de petrodólares ha entrado en el financiamiento del terrorismo global, desde Afganistán a Bosnia, meramente con el fin de fomentar la necesaria animosidad del mundo contra el Islam.


