7 de junio de 2015

Sobre la marcha




"Hay un solo penado en estas ideologías: el padre de familia, el hombre. Para estas ideologías todo es malo en él, nunca se considera al que defiende su casa, sus hijos, su hogar y a veces cae en el intento..."

VIOLENCIA DE GÉNERO, FEMICIDIO, ETC.
Juan Pablo Vitali
4-6-2015

Ayer se desarrolló una gran movilización contra el “femicidio” con el lema: “Ni una menos”. Estuvieron los liberales y los guevaristas, los troskistas y los nacionales y populares. Mucha gente. Hacía mucho que no veía salir a la calle tanta gente.

"Renovadores" en la marcha
En una sociedad violenta como la argentina, donde todos los días muere gente, lo primero extraño es que todos se preocupen por un hecho y un tema y por ninguno más. Los mismos que justifican que un menor pueda violar y asesinar y no tiene pena, los mismos que ven normal y previsible que mueran policías y padres de familia, los mismos que se esconden ante la ocupación de las calles por la marginalidad , la delincuencia y la inmigración clandestina, los mismos que protegen a los negros, a los bolivianos y a las multinacionales y no al comerciante local, los mismos que disuelven la sociedad en nombre de la posmodernidad progresista, han salido a la calle para diferenciar un delito de otros. Un delito penado, y que como todos los delitos suele quedar impune porque no hay sistema policial ni judicial, pasa como con los abusos de menores, como con tantos homicidios de ancianos, de niños, de inocentes.



Hay un solo penado en estas ideologías: el padre de familia, el hombre. Para estas ideologías todo es malo en él, nunca se considera al que defiende su casa, sus hijos, su hogar y a veces cae en el intento. No existe el patricidio. No hay padre ni autoridad paterna. El caballero armado siempre ha sido el último baluarte de los pueblos. Ya ni es caballero ni está armado. Todo vale más que él.

Se felicita a los padres de familia que cambian de sexo (o de preferencias sexuales) sin preguntarles a sus hijos, cuando los tienen, qué es lo que piensan. El hombre que pone orden es el enemigo público número uno. Da lo mismo un chirlo correctivo a un hijo, que una agresión injusta a la mujer.



Ayer salieron a la calle todos los monstruos de la posmodernidad. Una masa movida por los medios de comunicación y el pensamiento hegemónico. Sin embargo los caballeros no pueden trasladar su responsabilidad social. La verdad, la vez que cuando se ha salido a la calle masivamente pidiendo justicia por un hijo o por un padre muerto, poco se ha conseguido y se ha hecho con culpa, con temor a ser señalado como fascistas y esas cosas.

El hombre occidental no tiene voluntad de lucha. La verdad, uno termina completamente aislado de todos. Todos ven solamente la superficie de las cosas por cobardía, torpeza o comodidad. Si fuera un hecho aislado, sería distinto, pero todas las políticas coinciden en lo mismo.

Cuando vengan los otros, esos a los que no les entra la posmodernidad, esos que hacen de la violencia un culto social, ya no habrá marchas contra el femicidio, entonces buscarán al caballero armado, como último recurso contra la bestialidad, pero ya no habrá caballeros y mucho menos armas, entonces sí, nos van a lastimar en serio: a todas y a todos, masivamente, mucho más de lo que nunca pudimos imaginar.

Fuente: elcadenazo

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