.
La OTAN ingresa en una crisis terminal
Walter Moore *
29-11-2010
En la última reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, realizada en Portugal, el sistema aceptó que está en crisis, y despedirán a 4.000 empleados disminuyendo su dotación actual de 13.000.
Además, la propuesta de Rusia de incorporarse a la OTAN, suena como una broma macabra, proveniente de una dirigencia que no se caracteriza por su genuflexión. No son culturas que puedan olvidar que esa organización militar se montó para enfrentar a ese país, y todo lo que hizo hasta ahora, fue tratar de debilitarlo, incorporando a esa alianza anti-rusa a países que componían la Unión de Repúblicas Soviéticas.
No es menor la crisis que enfrenta a los intereses de los países continentales europeos con su principal aliado, conductor y financista de la organización, Estados Unidos, ahora rival en mercados que se estrechan. Ante su debilitamiento, los europeos empezaron a recordar que ellos humillaron a Europa después de derrotarla en la Segunda Guerra Mundial, y ahora aumenta la reticencia de los países europeos a acompañarlo en aventuras imperiales de dudoso rédito.
En la reunión de Lisboa, los dirigentes europeos tomaron conciencia de que las hipótesis de conflictos que hoy puede manejar la OTAN son completamente inadecuadas para una organización de ese porte y con el tipo de armamento que han acumulado durante décadas.
Al terminar, declaran que sus enemigos son el "ciberterrorismo" y los mini atentados terroristas. Dos actividades que en todo el mundo se controlan con organizaciones policiales, no con un monumental despliegue de tanques, aviones, barcos, misiles y tropas. Esta hipótesis, creada al otro lado del Atlántico, se utilizó para hacer desaparecer las garantías individuales, instalando sistemas de espionaje que acercan a ese país al descripto por George Orwell en su libro "1984". El Gran Hermano ya está instalado en la "Cuna de la Libertad", ahora desplegará su sombra sobre todo Occidente.
Víctimas de sus propias mentiras, los europeos se niegan a aceptar que sus enemigos no están afuera, sino adentro de sus países. No quieren asumir que los que están desbaratando sus Estados no son siniestros comunistas o terribles islamitas, sino los bancos que operan en sus propios países, y que con la fantasía de un Estado Europeo, han acumulado un poder que supera al de cualquier Estado nacional de ese Continente.
Hoy, el enemigo central de Europa, es la Usurocracia Dominante, la enorme estructura que la Iglesia Católica denominó Imperialismo Internacional del Dinero. Son los inmensamente ricos los que están demoliendo a sus naciones, una por una, empezando por las más débiles, con la finalidad de consolidar su poder apátrida.
Y eso no se arregla con una Fuerza de Intervención Rápida, sino con un dramático cambio político e ideológico de su dirigencia, que imposibilitada de asumir esa realidad, insiste en girar hacia la derecha internacionalista.
En nuestros países ya fuimos víctimas de estos ataques donde la banca internacional, con la complicidad de los cipayos locales, organiza un cerco financiero gracias al cual las empresas nacionales, estatales y privadas quedan al borde de la quiebra, y las multinacionales se apoderan de ellas a precio de remate, cuando no las consiguen regaladas por políticos ineptos, cobardes y corruptos.
La infantería que utiliza el Poder del Dinero, convertido en el principal enemigo de la Humanidad, son los medios de difusión masivos, manejadas por empresas sometidas a los intereses de la plutocracia dominante, pues su principal ingreso proviene de la publicidad que les entregan las grandes empresas.
La Usurocracia que ahora ataca a los países de la OTAN, no usa cañones, sino intereses punitorios. Sus tropas no usan tanques, sino limosinas, no tripulan bombarderos, sino que se desplazan en jets privados. Sus altos mandos no salen de academias militares, sino de universidades de elite. No trabajan en cuarteles sino en instituciones con formas de catedrales antiguas o torres de cristal ubicadas en los mejores barrios de las capitales nacionales.
Utilizan un tipo de bomba neutrónica, que sin explotar, elimina a las personas pero deja en pie los edificios de las fábricas quebradas. Dispone de un arsenal de armas químicas que destruye a la juventud de los países atacados, usando cocaína, heroína, alcohol, y con eso ganan dinero, porque los delincuentes que fabrican y distribuyen esos venenos, cobran en efectivo y los bancos se ocupan de lavar ese dinero, para legalizar las fortunas generadas por los reyes de la muerte, que superan largamente el PBI de países importantes.
También, la fuerza de ataque usuraria, diezma a poblaciones enteras privándolas de sus casas y de comida nutritiva, gracias a sus divisiones de saqueo inmobiliario y desabastecimiento alimentario.
La "guerra de nervios", que instala temores infundados, se usa para mantener a las personas con un alto grado de estrés, lo cual disminuye las defensas físicas y no les deja la energía que se necesita para reflexionar sobre lo que sucede en su entorno.
El sistema estratégico empleado por el sistema financiero globalizado es similar al que usan los Imperios en sus invasiones, Experimentan tácticas bélicas en escenarios débiles, para luego aplicarlas con enemigos más fuertes. También en Europa empiezan por los más débiles, como Grecia e Irlanda, pero España e Inglaterra están dentro de los planes de guerra, y rendir a esta última será una gran victoria, pues la City londinense está considerada como el Vaticano del Dinero.
Los europeos podrían darse cuenta de lo que les están haciendo, con sólo observar cómo fueron los ataques financieros a los países del Tercer Mundo. Solamente la soberbia de creerse superiores, les impide creer que les están haciendo lo mismo a sus países, pues ellos se consideran prósperos y desarrollados, y estos ataques sólo son posibles contra los pobres e ignorantes países del Tercer Mundo.
No es así: la Guerra de los Bancos contra la Humanidad se despliega también en la otra orilla del Atlántico Norte. La feroz crisis que padece Estados Unidos no se debe a un ataque exterior, sino a la presión que la plutocracia dominante puede ejercer sobre el gobierno, obligando a destinar enormes masas de dinero para salvar a los bancos que habían estafado a toda la Nación con los derivados financieros, en especial la especulación con las hipotecas, que al final han dejado sin casas a grandes masas de norteamericanos. Es el dinero del Estado destinado a los "rescates a los bancos", lo que no se volcó al sistema productivo, y eso es lo que deja a tantos otros sin trabajo. Situación muy difícil de arreglar, porque no es sencillo disminuir violentamente la calidad de vida, y hacer que vuelvan a fabricar bienes una población se ha capacitado para trabajar en el campo de los servicios. Ahora podrán comprobar que estos no crean riqueza, sino que, en el mejor de los casos, mejoran la capacidad de crear riqueza de los que producen bienes.
Edwald Spengler, en 1918 se adelantó un siglo al anunciar la "Decadencia de Occidente", hoy es posible comprender como pudo preverla: observó la importancia política que cobraba la usura, y siempre, a lo largo de la Historia, este sistema terminó en colapsos económicos, guerras y hambrunas. Por eso estuvo proscripta por la Iglesia Católica y aún lo es por el Islam.
Además, Europa hace rato que claudicó culturalmente. La usina de ideas europeas se cerró después de la Segunda Guerra Mundial, la pujanza demográfica del siglo 19, que les permitió expandirse por todo el planeta, se ha convertido en descenso de la natalidad de las etnias europeas, solamente compensada por la inmigración extranjera, especialmente la proveniente de África, que está creciendo desde hace décadas. Y para colmo, a pesar de las medidas represivas puestas en marcha, la llave de estas migraciones no se encuentra en sus países, sino en los de la costa mediterránea del África, lo cual le ha permitido al presidente libio pedir 5.000 millones de euros por año, para cerrar ese flujo migratorio. Los europeos prefirieron quedarse con ese dinero y Gadafi predijo que "entonces, Europa será negra".
La elite europea no podrá tampoco seguirse atribuyendo el rol de guardianes de la moralidad, pues no pueden disimular ante el mundo su complicidad con Estados Unidos en el saqueo de Irak, Kuwait y Afganistán, en su indiferencia hacia Palestina y el apoyo para destruir la unidad de Yugoeslavia. Deben cargar también con la descarada intervención en los países de Europa Oriental tras la caída de la Unión Soviética, a lo cual debemos sumar la memoria viva en el Tercer Mundo sobre el multisecular saqueo del cual surgieron los recursos, que construyeron una prosperidad europea, que ahora comienza a diluirse.
Así que entre el presente el saqueo bancario y la futura demanda de facturas históricamente impagas, es casi imposible que Europa pueda sostener su posición dominante. Y ante este acoso, tampoco servirá de nada lo que pueda ofrecer una OTAN decadente.
* Periodista. Investigador
www.diariocritico.com
.
"...Hoy, el enemigo central de Europa, es la Usurocracia Dominante, la enorme estructura que la Iglesia Católica denominó Imperialismo Internacional del Dinero. Son los inmensamente ricos los que están demoliendo a sus naciones, una por una, empezando por las más débiles, con la finalidad de consolidar su poder apátrida..."
La OTAN ingresa en una crisis terminal
Walter Moore *
29-11-2010
En la última reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, realizada en Portugal, el sistema aceptó que está en crisis, y despedirán a 4.000 empleados disminuyendo su dotación actual de 13.000.
Además, la propuesta de Rusia de incorporarse a la OTAN, suena como una broma macabra, proveniente de una dirigencia que no se caracteriza por su genuflexión. No son culturas que puedan olvidar que esa organización militar se montó para enfrentar a ese país, y todo lo que hizo hasta ahora, fue tratar de debilitarlo, incorporando a esa alianza anti-rusa a países que componían la Unión de Repúblicas Soviéticas.
No es menor la crisis que enfrenta a los intereses de los países continentales europeos con su principal aliado, conductor y financista de la organización, Estados Unidos, ahora rival en mercados que se estrechan. Ante su debilitamiento, los europeos empezaron a recordar que ellos humillaron a Europa después de derrotarla en la Segunda Guerra Mundial, y ahora aumenta la reticencia de los países europeos a acompañarlo en aventuras imperiales de dudoso rédito.
En la reunión de Lisboa, los dirigentes europeos tomaron conciencia de que las hipótesis de conflictos que hoy puede manejar la OTAN son completamente inadecuadas para una organización de ese porte y con el tipo de armamento que han acumulado durante décadas.
Al terminar, declaran que sus enemigos son el "ciberterrorismo" y los mini atentados terroristas. Dos actividades que en todo el mundo se controlan con organizaciones policiales, no con un monumental despliegue de tanques, aviones, barcos, misiles y tropas. Esta hipótesis, creada al otro lado del Atlántico, se utilizó para hacer desaparecer las garantías individuales, instalando sistemas de espionaje que acercan a ese país al descripto por George Orwell en su libro "1984". El Gran Hermano ya está instalado en la "Cuna de la Libertad", ahora desplegará su sombra sobre todo Occidente.
Víctimas de sus propias mentiras, los europeos se niegan a aceptar que sus enemigos no están afuera, sino adentro de sus países. No quieren asumir que los que están desbaratando sus Estados no son siniestros comunistas o terribles islamitas, sino los bancos que operan en sus propios países, y que con la fantasía de un Estado Europeo, han acumulado un poder que supera al de cualquier Estado nacional de ese Continente.
Hoy, el enemigo central de Europa, es la Usurocracia Dominante, la enorme estructura que la Iglesia Católica denominó Imperialismo Internacional del Dinero. Son los inmensamente ricos los que están demoliendo a sus naciones, una por una, empezando por las más débiles, con la finalidad de consolidar su poder apátrida.
Y eso no se arregla con una Fuerza de Intervención Rápida, sino con un dramático cambio político e ideológico de su dirigencia, que imposibilitada de asumir esa realidad, insiste en girar hacia la derecha internacionalista.
En nuestros países ya fuimos víctimas de estos ataques donde la banca internacional, con la complicidad de los cipayos locales, organiza un cerco financiero gracias al cual las empresas nacionales, estatales y privadas quedan al borde de la quiebra, y las multinacionales se apoderan de ellas a precio de remate, cuando no las consiguen regaladas por políticos ineptos, cobardes y corruptos.
La infantería que utiliza el Poder del Dinero, convertido en el principal enemigo de la Humanidad, son los medios de difusión masivos, manejadas por empresas sometidas a los intereses de la plutocracia dominante, pues su principal ingreso proviene de la publicidad que les entregan las grandes empresas.
La Usurocracia que ahora ataca a los países de la OTAN, no usa cañones, sino intereses punitorios. Sus tropas no usan tanques, sino limosinas, no tripulan bombarderos, sino que se desplazan en jets privados. Sus altos mandos no salen de academias militares, sino de universidades de elite. No trabajan en cuarteles sino en instituciones con formas de catedrales antiguas o torres de cristal ubicadas en los mejores barrios de las capitales nacionales.
Utilizan un tipo de bomba neutrónica, que sin explotar, elimina a las personas pero deja en pie los edificios de las fábricas quebradas. Dispone de un arsenal de armas químicas que destruye a la juventud de los países atacados, usando cocaína, heroína, alcohol, y con eso ganan dinero, porque los delincuentes que fabrican y distribuyen esos venenos, cobran en efectivo y los bancos se ocupan de lavar ese dinero, para legalizar las fortunas generadas por los reyes de la muerte, que superan largamente el PBI de países importantes.
También, la fuerza de ataque usuraria, diezma a poblaciones enteras privándolas de sus casas y de comida nutritiva, gracias a sus divisiones de saqueo inmobiliario y desabastecimiento alimentario.
La "guerra de nervios", que instala temores infundados, se usa para mantener a las personas con un alto grado de estrés, lo cual disminuye las defensas físicas y no les deja la energía que se necesita para reflexionar sobre lo que sucede en su entorno.
El sistema estratégico empleado por el sistema financiero globalizado es similar al que usan los Imperios en sus invasiones, Experimentan tácticas bélicas en escenarios débiles, para luego aplicarlas con enemigos más fuertes. También en Europa empiezan por los más débiles, como Grecia e Irlanda, pero España e Inglaterra están dentro de los planes de guerra, y rendir a esta última será una gran victoria, pues la City londinense está considerada como el Vaticano del Dinero.
Los europeos podrían darse cuenta de lo que les están haciendo, con sólo observar cómo fueron los ataques financieros a los países del Tercer Mundo. Solamente la soberbia de creerse superiores, les impide creer que les están haciendo lo mismo a sus países, pues ellos se consideran prósperos y desarrollados, y estos ataques sólo son posibles contra los pobres e ignorantes países del Tercer Mundo.
No es así: la Guerra de los Bancos contra la Humanidad se despliega también en la otra orilla del Atlántico Norte. La feroz crisis que padece Estados Unidos no se debe a un ataque exterior, sino a la presión que la plutocracia dominante puede ejercer sobre el gobierno, obligando a destinar enormes masas de dinero para salvar a los bancos que habían estafado a toda la Nación con los derivados financieros, en especial la especulación con las hipotecas, que al final han dejado sin casas a grandes masas de norteamericanos. Es el dinero del Estado destinado a los "rescates a los bancos", lo que no se volcó al sistema productivo, y eso es lo que deja a tantos otros sin trabajo. Situación muy difícil de arreglar, porque no es sencillo disminuir violentamente la calidad de vida, y hacer que vuelvan a fabricar bienes una población se ha capacitado para trabajar en el campo de los servicios. Ahora podrán comprobar que estos no crean riqueza, sino que, en el mejor de los casos, mejoran la capacidad de crear riqueza de los que producen bienes.
Edwald Spengler, en 1918 se adelantó un siglo al anunciar la "Decadencia de Occidente", hoy es posible comprender como pudo preverla: observó la importancia política que cobraba la usura, y siempre, a lo largo de la Historia, este sistema terminó en colapsos económicos, guerras y hambrunas. Por eso estuvo proscripta por la Iglesia Católica y aún lo es por el Islam.
Además, Europa hace rato que claudicó culturalmente. La usina de ideas europeas se cerró después de la Segunda Guerra Mundial, la pujanza demográfica del siglo 19, que les permitió expandirse por todo el planeta, se ha convertido en descenso de la natalidad de las etnias europeas, solamente compensada por la inmigración extranjera, especialmente la proveniente de África, que está creciendo desde hace décadas. Y para colmo, a pesar de las medidas represivas puestas en marcha, la llave de estas migraciones no se encuentra en sus países, sino en los de la costa mediterránea del África, lo cual le ha permitido al presidente libio pedir 5.000 millones de euros por año, para cerrar ese flujo migratorio. Los europeos prefirieron quedarse con ese dinero y Gadafi predijo que "entonces, Europa será negra".
La elite europea no podrá tampoco seguirse atribuyendo el rol de guardianes de la moralidad, pues no pueden disimular ante el mundo su complicidad con Estados Unidos en el saqueo de Irak, Kuwait y Afganistán, en su indiferencia hacia Palestina y el apoyo para destruir la unidad de Yugoeslavia. Deben cargar también con la descarada intervención en los países de Europa Oriental tras la caída de la Unión Soviética, a lo cual debemos sumar la memoria viva en el Tercer Mundo sobre el multisecular saqueo del cual surgieron los recursos, que construyeron una prosperidad europea, que ahora comienza a diluirse.
Así que entre el presente el saqueo bancario y la futura demanda de facturas históricamente impagas, es casi imposible que Europa pueda sostener su posición dominante. Y ante este acoso, tampoco servirá de nada lo que pueda ofrecer una OTAN decadente.
* Periodista. Investigador
www.diariocritico.com
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